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En esta época de pandemia en donde las plataformas digitales ofrecieron contenidos en exceso que acabaron por hartar o evidenciar la cantidad de tiempo que pasamos frente a la pantalla de la televisión o el celular, quienes tuvieron la oportunidad de quedarse confinados en casa miraron en los libros una oportunidad de sobrellevar los tediosos días entre cuatro paredes.

A nivel local, la Sedeculta y la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Mérida ofrecieron una variedad de contenidos relacionados con la literatura así como acercaron a los autores a públicos diferentes.

En el marco de la celebración del Día Internacional del Libro, este 23 de abril, posiblemente existan muchos eventos, pero también es un momento para contribuir promocionando a nuestros autores, pasear por las librerías, interesar a nuestros amigos por un libro que podría convertirse en su favorito o en tema de conversación. La edición también es muy importante.

Hace unos años tuve entre mis manos las primeras ediciones de los libros del poeta yucateco Carlos Moreno Medina, quien además de entregar sus manuscritos a la imprenta, intervenía en todo el proceso creativo de la edición, porque seleccionaba desde los adornos en las páginas, la tipografía, las imágenes y el orden del texto, amaba tanto el oficio que sabía muy bien que para interesar al público, había que entregar un producto que visualmente despierte nuestra curiosidad por un objeto elaborado con tanta pasión.

Recientemente, la Secretaría de la Cultura y las Artes publicó varias ediciones para actualizar su acervo, como el libro Tiempos de Escritura, donde vienen trabajos poéticos interesantes como los textos de Sasil Sánchez e Irma Torregrosa, sino que en la edición misma del libro hace justicia a los trabajos contenidos desde el diseño de las portadas hasta sus interiores, que nos recuerdan que el amor por la literatura también se refleja en la cuidado de una edición. Además, los libros siempre generan lazos más allá de las hojas, muchas veces quedan asociados a momentos de nuestra biografía, nos traen el aroma de un café, como punto de partida para largas discusiones con los amigos y compañeros de la carrera, nos rememora los sentimientos que teníamos sobre el mundo, el amor, la familia, nos permite enamorarnos nuevamente de ese pasado que creíamos enterrado.

Cada libro que guardo está cubierto de sus propias nostalgias, como el primero que leí Ahí viene Martín Corona, un libro policial con detectives fugados de los años 60 regresando una y otra vez a su pasado para develar un asesinato y que tendrá un final tan inesperado que despertó en mí el gusto por la lectura. En este día del libro revisa los diseños, comparte tus autores y, sobre todo, celébralo leyendo con una taza de café o una copa de vino, porque la ventaja de la lectura es que va con todo.  

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