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Cientos, quizás miles de personas escriben a mis redes sociales y blogs, expresando su descontento con el plan de modificar las formas y montos de aportación a la modalidad 40 y me preguntan “qué puedo hacer yo (cada uno) para que ello no suceda”.

Mi respuesta es básica.

Yo, como simple mortal, que tiene la gran bendición de poder llegar a usted a través de esta columna, de mis blogs, de las entrevistas que a diario me hacen en televisión, radio, redes sociales y videochat semanal por YouTube, no puedo más que sugerir, al igual que usted, qué es lo que se puede hacer para que no cambien preceptos legales que afectan a la población trabajadora, noble y buena, en palabras del propio Ejecutivo Federal.

Y, sobre este punto, estoy convencido de que los electores tenemos en nuestra mano el poder de elegir a quienes nos representan ante el Congreso de la Unión, en Presidencia de la República o una secretaría de Estado.

Entonces, si con el poder de nuestro voto, los legisladores y el propio Ejecutivo federal están donde hoy están, considero que la estrategia por excelencia que tenemos para que nuestra voz, decisión y determinación sea escuchada, en asuntos de interés general, es valernos del poder de un email.

Supongamos que por lo menos el cincuenta por ciento de los ciudadanos, de cada uno de los distritos electorales, envíe un email a los diputados de su estado, a su senador, a la Secretaría de Gobernación y al presidente de la República, creo yo que no pueden permanecer impávidos a más de treinta millones de email que reciban, enviados por nosotros.

De recibir ellos un email que exprese “el no acuerdo con la intención de modificar la base de aportación a la modalidad 40”, la probabilidad de éxito está más que garantizada.

Quizás, como suele suceder, no le hagan caso a un email, pero cuando nuestros representantes y ejecutivos reciban más de treinta millones de emails, convencido estoy de que lo pensarán más dos veces antes de proceder con la intención de cambiar la base de aportación a la modalidad 40.

Recientemente he enviado un email a los diputados y al senador por nuestro estado, al presidente de la República y a la secretaria de Gobernación; sólo el diputado Juan José Canul ha enviado una tibia respuesta: “Buen día, gracias por tu mensaje”.

Si usted considera que el cambio que se pretende hacer a la modalidad 40 no es bueno, use el poder de un email y alce a través de él su voz y su mano cual si se tratara de una consulta popular.

“El pueblo es bueno, el pueblo es sabio; el pueblo pone y el pueblo quita”.

 

 

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