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Mucha gente me cuenta sobre las cosas que le ocasionan incertidumbre en su día a día; curiosamente, en la gran mayoría de las ocasiones se debe al miedo que les provoca pensar en el “qué pasará”, y bueno, eso es justificable, a todos nos ha ocurrido que tenemos una preocupación de lo que pueda venir o suceder mañana, olvidando que el futuro no existe, existirá, pero no sabemos cómo será, únicamente se puede imaginar.

Sin embargo, eso nos lleva a que no tengamos certezas del mañana, solamente los ruidos que nuestra mente nos haga, y la falta de certeza tiende a dejarnos en incertidumbre, lo cual nos lleva a tener dos rumbos en la vida con vía al mañana: por un lado, podemos planear el futuro sabiendo que es muy probable que las cosas no ocurran como uno desea, y por otro lado, podemos sufrir bajo el dolor que la incertidumbre genera.

Vivir atado al futuro, es decir, a lo inexistente y solamente creado por nuestra mente, es una locura. No se puede vivir en un lugar que sólo está en nuestra imaginación, lo que crees que va a pasar no significa que va a suceder, por más real que lo sientas.

Para vencer la incertidumbre hay que vivir entonces con estrategia. La vida requiere de ella para no sufrir de miedo. Las estrategias con miras al futuro tienen que ser varias, es decir, plan A, B, C…. incluso Z. De de esa forma, si algo no sucede como esperabas podrás usar tus estrategias para hacer las cosas de manera diferentes. Recuerda que si siempre intentas las cosas de la misma manera te dará siempre el mismo resultado. Si las cosas no suceden como el plan A, entonces uso el B o C. Así, al menos tendrás la certeza dentro de la incertidumbre de que algo esperado vendrá de alguna forma.

La otra vía que tienes es seguir encerrado en tu cabeza pensando que las cosas van a suceder tal y como lo imaginas, un desastre. Con ello sufrirás mucho esperando y esperando.

Es importante saber que cuando hagamos nuestros planes B, C, D, nunca deberemos poner el resultado de nuestro futuro en manos de otra persona, es decir, en la mayoría de los planes no podemos esperar nada de nadie, pues poner tu vida en manos de otros es ceder tu libertad, otro camino de incertidumbre.

Concluyo entonces invitándole a generar planes y más planes para que el futuro sea más alentador y el presente menos doloroso o más feliz.

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