Emboscada en Tierra Caliente
El poder de la pluma
Ocurrió el domingo, pero se supo a mediados de esta semana cuando fue difundido un video: elementos de la Marina que forman parte de los efectivos asignados a la Guardia Nacional fueron emboscados en la comunidad de La Troje, municipio de Chinicuila, en Michoacán. En el ataque desde ambos flancos, ocurrido cuando realizaban un patrullaje por la zona serrana de la Tierra Caliente, murieron dos elementos de la Armada.
Y viene la paradoja: a principios de esta semana se dio a conocer que un estudio realizado por “México Elige” determinó que el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, fue el mejor calificado en el manejo de la crisis sanitaria por Covid-19, junto con el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila, con 85.7% y 82.3%, respectivamente. Por supuesto, el presidente reprobó en este estudio, con menos de 50%.
Focalizado en la emergencia sanitaria, el sondeo fue un paraguas para el gobernador perredista, que ha fallado rotundamente en el tema de seguridad en su estado, donde varias comunidades están en manos de grupos delincuenciales o de gente del pueblo que ha tomado las armas para la “autodefensa”, o de ambos. Datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública señalan que la pandemia del coronavirus no ha frenado la violencia en México; al contrario, en 18 de los 32 estados los asesinatos repuntaron con todo y el confinamiento. Guanajuato lidera en este casillero, pero en Michoacán el ascenso fue de 83.5 por ciento. Entonces, Aureoles bien en combate al Covid y pésimo en la seguridad.
Varios integrantes de las fuerzas de seguridad, de los tres niveles, han sido blancos de ataques como el del pasado domingo, o en solitario, al transitar por los peligrosos caminos de Michoacán. De la Marina, en julio de 2013 el vicealmirante Carlos Miguel Salazar Ramonet (quien era comandante de la Zona Naval de Puerto Vallarta) fue emboscado y muerto en La Noria, municipio de Churintzio, junto con un escolta; en marzo de 2015, el contralmirante José Luis Corro Chávez fue asesinado en Lázaro Cárdenas, donde se desempeñaba como capitán de puerto.
Y la inseguridad sigue avanzando en tierras michoacanas: el 18 octubre de 2019, ya con el gobierno de la 4T, ocurrió la masacre de 14 policías en Aguililla, emboscada que se conocería horas después de que el secretario de seguridad federal, Alfonso Durazo, dijera que ya había un punto de inflexión en la seguridad del país.
Y cómo olvidar aquel domingo 26 de mayo de 2019 en la Huacana, donde una docena de soldados fueron retenidos por la comunidad, humillados, agredidos y despojados de sus armas, y la expresión de AMLO de que ese ultraje “no les resta autoridad”, al contrario, les da más, y reiteró la línea: prudencia frente a agresiones ciudadanas, lo cual puede explicar la inacción del gobierno ante los actos vandálicos en la Ciudad de México.
Anexo “1”
Covid ataca a FFAA
El 24 de abril, los secretarios de Defensa y Marina informaron durante la conferencia matutina en Palacio Nacional que cuatro soldados (tres en activo y uno en retiro) y un marino (capitán retirado) habían muerto a causa del Covid-19 en el país. El titular de Semar indicó que a esa fecha había 35 casos confirmados de coronavirus y se concentran en dos entidades: Ciudad de México y Veracruz.
Al 31 de mayo, se reveló que existían por lo menos una docena de unidades militares contagiadas por Covid 19 en el país, y que habría hasta un centenar de muertos. Si bien el toque de silencio que el alto mando ha ordenado diariamente en instalaciones del Ejército, en honor a los héroes y los caídos por Covid, es emotivo, la prensa critica el silencio con que se ha intentado ocultar la pandemia en las filas.
Y es que los soldados y marinos han entreado al combate del coronavirus, sin dejar las otras responsabilidades que les ha asignado la Presidencia, como seguridad pública, la inmigración, las fronteras, además de las misiones primarias como la seguridad en instalaciones estratégicas, puertos, preservar la soberanía en aguas y costas naciones, además de construir aeropuertos, a veces sin las medidas pertinentes.