Buen cierre de año
El Poder de la Pluma.
Amarro mi ego a una mata de cilantro, para no parecer presuntuosa al describir mis emociones del fin de este ciclo de meses; aunque tengo razones literarias para ser impertinente: he recibido el volumen 2 de la obra Recovering Lost Footprints, Contemporany Maya Narratives (Recuperando huellas perdidas, Narrativa maya contemporánea), que tiene por autor al guatemalteco Arturo Arias. La edición de esta obra de investigación fue realizada por la Universidad Estatal de Nueva York, publicada por Suny Press y el autor me dedica un capítulo de casi medio centenar de páginas en donde realiza un análisis crítico de mis novelas publicadas.
Arturo Arias es un prolífico escritor, ha recibido el premio de la Casa de las Américas, entre otros, también es un respetado académico con grado de doctor, experto en literatura española y portuguesa, ha dado clases en diversas universidades del sur de los Estados Unidos. Actualmente posee la cátedra John D. and Catherine T. MacArthur de Humanidades en la Universidad de California, Merced.
En esta reciente obra académica, trata a la literatura maya en dos partes, la primera la dedica a los mayas peninsulares y la segunda a la narrativa en Chiapas. En el capítulo 2 de esta obra, resulta interesante cómo Arias recorre tres generaciones de escritores mayas peninsulares, comienza con Jorge Cocom Pech (deseo su pronto restablecimiento de salud), Javier Gómez Navarrete (autor de la novela Cecilio Chi) y nuestro gran ausente Isaac Carrillo Can. A los citados los menciona como “Tres generaciones de escritores que reconfiguran la cosmovisión maya peninsular”.
En la contraportada de este trabajo se presenta como un análisis, que sugiere estar frente a un callejón sin salida histórico porque se han descuidado los conocimientos nativos que ofrecen códigos alternativos de ética y existencia que surgen de las cosmovisiones indígenas. Afirmación con la que estoy de acuerdo como he escrito constantemente.
El capítulo 3 de Recuperando huellas perdidas, Arturo Arias lo titula: Una mujer novelista prolífica ocupa el centro del escenario: Marisol Ceh Moo (traducción mía); realmente me siento agradecida por el tiempo dedicado a mis obras de largo aliento. “De poesía sé muy poco, lo mío es la narrativa”, me ha dicho; por eso en su trabajo no aparecen mis poemarios, pero sus consideraciones sobre mi obra me llenan de satisfacción.
Me ha complacido el tratamiento que le da a Santiago Imán, el héroe olvidado de Yucatán de mi novela El Llamado de los tunkules. Sigo sin entender cómo la historiografía local mantiene en el olvido a este personaje que nos dio una identidad regional y política al desafiar al centralismo de Santa Anna.
En resumidas cuentas, el libro de Arias en donde analiza mi obra y la compilación del primer volumen de mi obra al japonés son reconocimientos invaluables a mi oficio de escritora.