FFAA: multiplicidad de tareas
Daniel Uicab: FFAA: multiplicidad de tareas
Una veintena de tareas civiles se han asignado al Ejército y a la Armada en este Gobierno Federal, que prometió regresar a soldados y marinos a sus cuarteles y buques: combate al huachicoleo, vigilancia en fronteras norte y sur, construcción de cuarteles para la Guardia Nacional (y su operación), distribución de fertilizantes, vigilancia en la entrega de recursos para programas sociales clientelares, remodelación de hospitales, edificación de aeropuertos en Edomex y Quintana Roo, el control de aduanas y capitanías de puertos y terminales aéreas, la construcción y operación del tren interoceánico y el polémico tren maya y la administración de la “mega-farmacia”. Además del combate del apoyo en tareas de seguridad pública.
Si no fuera suficiente, esta semana el Ejecutivo anunció en Mérida que las fuerzas armadas se encargarán del mantenimiento de carreteras afectadas por las obras del tren maya. Esta diversidad de funciones encomendadas a soldados y marinos se percibe en algunos sectores como negativo, pues ven un empoderamiento de la milicia y rechazan su rol más allá de lo señalado en la Constitución, particularmente en tareas de seguridad, donde, por cierto, la Guardia Nacional sigue bajo el mando del Ejército, a pesar de que la Suprema Corte ordenó que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana retome el manejo operativo y administrativo.
Desde luego, el Presidente justifica y defiende el trabajo de ingenieros militares (y de la tropa, por supuesto) en proyectos que considera fundamentales, principalmente en obras de infraestructura, y rechaza que se trate de una militarización. Sin embargo, si bien el Ejército y la Marina son instituciones al servicio de la nación, con una organización de primera, disciplina y lealtad a toda prueba, su incursión en tareas civiles sigue siendo cuestionada por la población, pese al respeto y reconocimiento que se les tiene como garantes de la paz social.
Ya hemos comentado que la multiplicidad de funciones es una característica de las fuerzas armadas, pues además del adiestramiento y capacitación de su personal, mantienen sus buques y otros establecimientos en operatividad y óptimas condiciones. Antes, soldados y marinos también incursionaban en ámbitos civiles y otras labores sociales (el Servicio Militar Nacional da cuenta de ello y les sirve de cantera) y hasta tenía sus propios deportistas de élite –entre otros, el sargento José Pedraza y el marinero Daniel Aceves, quienes ganaron medallas olímpicas– que estaban, encuadrados en sus filas, no sólo “becados” como ahora.
Además, han sabido estar a la altura de sus responsabilidades, pues desde hace más de tres lustros cuando fueron sacados de sus cuarteles para combatir a la delincuencia crearon cuerpos de fuerzas especiales y de inteligencia militar y naval. Pero en ese lapso los gobiernos en turno no han podido consolidar una corporación de seguridad civil que asuma esas tareas, como marca la Carta Magna, sino todo lo contrario: se depende más de los militares y prácticamente los vemos “hasta en la sopa”. Yucatán es una excepción, con su policía estatal coordinada, lo cual ha reconocido el Primer Mandatario; luego entonces sí es posible.
Anexo "1"
La Policía “mejor pagada”
Y en el tema de seguridad pública, a mediados de diciembre pasado, la gobernadora Mara Lezama, afirmó que, a partir de enero de este año, Quintana Roo tendrá la policía estatal mejor pagada del país, con el objetivo de convertirla en la más profesional, con más compromiso y mejor seguridad (Novedades Quintana Roo 15-XII-23).
Dijo que los elementos de grado básico tendrán un ingreso neto mensual de 21 mil 911 pesos, un incremento de casi 50% de sus percepciones totales; además, todos los agentes contarán con seguro de vida por un millón de pesos por muerte natural y 2.5 millones por muerte accidental. La mandataria señaló que dignificar a la policía es ampliar sus capacidades de respuesta al pueblo quintanarroense. “Buscamos hacer un cambio radical que permita tener una policía disciplinada, profesional, entregada y concentrada en un objetivo, cuidar de los quintanarroenses”.
Era urgente dar un golpe de timón en la seguridad en este destino turístico del Caribe mexicano, y mejorar el bienestar de los agentes es un primer gran paso. Insistimos, sí se puede.