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ESQUINAS Y BICIPUERTOS AMBULATORIOS. Un periódico local avisa lo siguiente: “Esquinas rojas, bicipuertos y vehículos circularán a 30 km/hr en primer cuadro de Mérida, anuncia Renán Barrera”.

Entendemos que los vehículos circularán a baja velocidad en el primer cuadro de esta ciudad, pues son diseñados y construidos precisamente para movilizarse o transitar. Pero es imposible que las esquinas y los bicipuertos transiten por las rúas citadinas, pues son intersecciones de calles y estacionamientos para bicicletas, respectivamente; son lugares fijos y no tienen movimiento. Es mejor decir y escribir: “En las esquinas rojas y bicipuertos los vehículos circularán a 30 kilómetros por hora”.

NO HUBO ENGAÑO. Otra edición del mismo diario se refiere a la salinización del agua dulce en Hunucmá debido a las labores de una empresa cervecera. El reportero entrevista a un habitante de esa localidad, quien afirma: “La empresa y las autoridades justificaron esta obra con el fin de que iba a ver empleos para la población. Nada más falso, afirmó, pues los trabajadores son de fuera del estado”.

¡Ah, caramba! Si la empresa y las autoridades le dijeron al entrevistado que iba a ver empleos, no faltaron a la verdad. Como le ofrecieron, el decepcionado ciudadano está viendo los empleos, aunque los ocupen trabajadores de otros lados. Otra cosa sería si le hubieran ofrecido que iba a haber empleos, pues entonces sí habría engaño.

Esto de confundir “a ver” con “haber” y viceversa es muy común entre los hispanohablantes, pero ese disparate no debe llegar a las redacciones de los periódicos y mucho menos a las aulas de estudios superiores, como vemos con alarmante frecuencia.
PESTILENCIA Y HEDOR. En un antiguo periódico peninsular leemos un epígrafe relacionado con la marea roja que asuela las costas de Yucatán: “Pestilencia y hedor por peces muertos”.

Pleonasmo a la vista: el Diccionario de la Lengua Española define la voz “pestilencia” como peste u olor fuerte y desagradable, y a la palabra “hedor” le atribuye el significado de olor muy desagradable.

A su vez, el Diccionario Español de Sinónimos y Antónimos de Federico Carlos Sainz de Robles señala como sinónimos de pestilencia los vocablos peste y hedor. En ese título, al escribirse “pestilencia y hedor” se incurre en un pleonasmo, pues se reiteran los conceptos del mal olor.

Hoy sale a la luz el tirahule con efectos de buts-bin-tson, como decía el Jefe Martiniano. Una ráfaga de proyectiles pétreos se impacta en los tres gazapos, las piezas derribadas llenan el sabucán hasta el tope y concluimos la expedición cinegética.
Hasta el próximo tirahulazo.

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