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Con la llegada de los crímenes de Jack el Destripador a finales del siglo XIX, ocurría una transformación en el mundo, que implicaba una remodelación en las principales urbes de Europa, las renovaciones urbanas acordes al nuevo concepto de mundo, grandes espacios abiertos para contener a las multitudes que se arremolinaban en todas partes.

Asimismo, nacían nuevas formas de comunicar la realidad mediante la exageración de las noticias que terminaban por cubrir los hechos verdaderamente importantes. En la novela gráfica “From Hell” que escribieron Alan Moore y Eddie Campbell se indaga sobre la posible identidad detrás del famoso asesino Jack el Destripador, cuyo caso irónicamente no pudo resolverse por la cantidad de pistas verdaderas y falsas que se acumularon en la policía.

El libro es una reconstrucción de los fragmentos más coherentes y sólidos de la profusa bibliografía que existe sobre este asesino en serie, además que incluye datos sobre los acontecimientos y contexto histórico que desencadenaron las muertes en Whitechapel y su posterior encubrimiento, donde el salvajismo y la violencia con que atacó a las mujeres fue el alumbramiento del siglo XX.

El libro abre con un diálogo de ficción sobre el psíquico y el detective que estuvieron a cargo del caso, que abre un hilo conductor sobre la política, el misticismo y las sociedades secretas que aún tenían poder durante el imperio británico, en especial, que más que un asesino sádico se trató de una labor de encubrimiento de la reina Victoria porque el príncipe Albert Víctor tuvo una hija con la dependienta Annie Crook, del East End de Londres, por ello, la reina encomienda al médico real Sir William Withey Gull la misión de acabar con todos aquellos que sepan de la existencia de la niña.

Antes de llegar a la lista de víctimas, que eran un grupo de prostitutas amigas de Annie Crook, que habían intentado chantajear al amigo del príncipe, el pintor Walter Sickert, se reconstruye la historia de los masones en Londres, el aparato místico que rodeaba a esta sociedad, donde como punto de partida hay una guerra fundacional entre el Sol y la Luna, lo masculino y lo femenino, representando en los principales monumentos, catedrales y capillas, con una explicación mediante la arquitectura, el entramado detrás de acontecimientos aparentemente aislados que acaban por conectarse en hechos concretos, como estos asesinatos, que fueron ubicados en las zonas de poder de esa logia.

Sin embargo, además de la posible identidad del asesino, el libro se titula así por una carta de Jack el Destripador que inicia con la frase: “Desde el Infierno”, que en forma metafórica y fortuita, señalaba la crisis social y económica que atravesaba Londres, la pobreza que carcomía a la mayor parte de la población, la crisis de las instituciones y el nacimiento del morbo de la multitud, que con cada asesinato se arremolinaba alrededor de los cuerpos, motivo por el cual los periódicos decidieron bautizar el asesino primero como Mandil de Cuero y después como Jack, todos estos elementos de 1888 darían forma a un nuevo siglo donde el escándalo y la muerte acapararían los titulares y las ventas de periódicos.

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