Miles de planes para festejar mi cumpleaños… cancelados por el huracán “Grace”. El más planeado y el más saboteado, por ser mis 50 veranos pretendía hacer algo grande e inolvidable y heme aquí sentado en mi sillón viendo cómo se tambalean los árboles y las ramas de los mismos y cómo empieza a caer la lluvia. En minutos se va la energía eléctrica y me quedo pensando y analizando cómo todos los planes pueden irse al caño en un par de segundos, a veces planeados, a veces esperados, pero en otras ocasiones no sucede así. En un instante en el tiempo puedes ver cómo tus planes se van diluyendo sin poder hacer nada por ellos al respecto. Pero sí podemos reintentar otras cosas y sustituirlas. Y sentado aquí analizo qué me han enseñado y traído estos primeros 50 años.

Aquí te comparto 5 cosas que he aprendido de la vida:

1. Nadie sabe lo que tiene, hasta que realiza su inventario: Aunque esta frase de mi autoría la utilizo mucho en conferencias y talleres de negocios, se me hizo extremadamente aplicable para las cuestiones de vida, pues no solo se trata de cuestiones materiales, sino de todas esas personas y momentos que tienes en tu “almacén” que te ha dado la vida y valen mucho.
2.  Hoy tienes, mañana ¿quién sabe?: La importancia de atesorar y disfrutar lo que tienes o no tienes hoy. Mañana puede ser que tengas mucho más o simplemente no te quede nada. Por eso es importante valorar lo que tienes material y espiritualmente. Las personas que te rodean y son parte de tu vida hoy, tal vez no estén cerca de ti el día de mañana.
3.  Lo que la gente piense de ti, es su responsabilidad: Muchos años pasé tratando de convencer a gente que no era como ellos pensaban, o no era como les había dicho una tercera persona que era. Solo de escribirlo ya me cansé, imagina el desgaste de energía y la pérdida de tiempo para esto. Que cada quien piense lo que más le haga feliz y sigue con tu vida.
4.  Sin disciplina, no hay logros: La disciplina es la base de cualquier fórmula del éxito. Cualquier cosa en la vida que quieras cambiar, mejorar o eliminar lo puedes hacer, siempre y cuando estés convencido de lo que realmente quieres. A partir de ahí, solo tienes que hacer tu plan de acción y cumplirlo para poder lograr lo que te propones.
5. Si no vas por todo, ¿a qué vas?: Entrega todo de ti, no entregues a cambio de nada o en reciprocidad, da siempre sin importar lo que vayas a recibir. Si alguien te lastima, es responsabilidad y karma de él, no tuya