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Por ahí de mediados del siglo del año pasado, la Armada asumió el mando de Islas Marías, el archipiélago nayarita famoso durante muchos años por ser la “prisión sin barrotes”, donde eran enviados los reos más peligrosos. Al paso del tiempo, convertida en colonia penal, fueron llegando de traslado los de mejor conducta, a quienes incluso se les permitía llevar a sus familias. Hoy, paradójicamente, se pretende que la gente vaya a la isla, ya convertida en atractivo turístico, como parte del Proyecto Integral “Reserva de la Biósfera de Islas Marías”, que impulsa el Gobierno Federal.

El pasado fin de semana, el Presidente estuvo, junto con los secretarios de Marina y Defensa (entre otros funcionarios), en ese excentro penitenciario del Pacífico mexicano, ahora un espacio para promover la conservación del medio ambiente y el turismo de bajo impacto y centro para la cultura, el conocimiento, la historia y la literatura. Abanderó al Sector Naval, a cargo de la Compañía Independiente de Infantería de Marina Núm.41, así como de la Estación Naval de Búsqueda, Rescate y Vigilancia Marítima, con las que se cumplirá la misión de conservar esa zona del territorio mexicano, además entregó el Museo de Sitio. Se prevé que se abrirá a los visitantes en unos tres meses, con pernocta breve y contará con internet.

Miles de marinos, en algún momento de nuestra carrera en la Naval conocimos “Marías”, particularmente los infantes a cargo de la seguridad y los embarcados que tuvimos como base Mazatlán, desde donde se hacía la “comunicación” semanal del continente a la isla. Como hemos relatado en otros Acaecimientos, zarpábamos el miércoles por la noche, llegábamos a Puerto Balleto (isla María Madre) al amanecer del jueves, se descargaban víveres y toneladas de materiales (en ocasiones llevamos cuerdas de reos o a algunos de retorno que cumplieron su condena) y por la noche retornábamos para atracar el viernes temprano en Mazatlán. Se acumulaban cuatro singladuras por semana, que beneficiaban a la hora del retiro.

Esos recuerdos se agolpan y resurge el interés por volver a “Marías” y ver la transformación que ha tenido este último penal insular en el continente americano. Vienen a la memoria aquellos días de mediados de los 70 cuando al arribar los jueves escuchábamos aquel conjunto entonar canciones de “Los Apson”, veíamos a “Pancho Valentino” haciendo gracejadas en el muelle antes de recibir los cabos de nuestro barco; el intercambio de revistas por un par de langostas o una artesanía de madera; presenciar los juegos de basket en el parque mientras degustábamos unos tacos acompañados del refresco “Tres Marías”. El espacio es muy breve para mencionar también a muchos "famosos" que cumplieron condenas ahí, como el escritor José Revueltas, o la "Madre Conchita".   

Con estos cambios, a muchos no les gusta que la Semar sea un touroperador, pues el Ejecutivo le encargó promover y organizar los paquetes turísticos en ferris –ya funciona uno como tal y se anunció la construcción de dos más– y en avión desde Mazatlán o desde San Blas; sin embargo, esta tarea es una misión más que la Marina seguramente realizará con éxito ahí en esa que nunca ha dejado de ser su isla.

Anexo “1”

Gubernatura insular

Algunos medios destacaron que se creaba una gubernatura para la Semar en el que era considerado el Alcatraz mexicano. Quizás olvidaron que, en su anterior visita en marzo del año pasado, el presidente nombró al capitán de navío Jesús S. D’Olaguibel “Gobernador de Islas Marías” (https://bit.ly/2Pa2sHm). En esa ocasión comentamos que el general de brigada Rafael Miguel Pedrajo Barrios fue el primer director-gobernador de la otrora cárcel sin rejas y se le atribuye haber construido el hospital, las escuelas, la biblioteca, el muelle y pavimentar el centro de Puerto Balleto.

También recordamos que los mandos militares (y navales) en territorios insulares donde no exista autoridad civil fungen como gobernadores de facto y hasta como jueces de lo civil. Como en Puerto Cortés, BCS, donde el comandante del Sector Naval ejerce el gobierno incluso de Alcatraz, un pueblito de pescadores en isla Margarita.

Por cierto, hay nuevo “gobernador” del archipiélago decretado como Reserva de la Biósfera en el año 2000 y como Patrimonio Natural por la UNESCO en 2005, porque en la ceremonia de abanderamiento se mencionó al capitán de navío Julián Castillo Cepeda como “gobernador de Islas Marías, Nayarit”, es decir, que el anterior apenas duró un año en el cargo.

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