Presea Sor Juana para una profesora distinguida
Aída López: Presea Sor Juana para una profesora distinguida
Al trato de amor, hallo diamante y soy diamante al que de amor me trata
Sor Juana Inés de la Cruz
Los astros se alinearon para que Sarita Poot Herrera, sorjuanista en esencia, recibiera el 12 de noviembre la Presea al Mérito Universtario Sor Juana Inés de la Cruz (2020), de manos de Carmen Beatriz López-Portillo Romano, rectora de la Universidad del Claustro de Sor Juana, en el marco del 370 aniversario de nacimiento de la Décima Musa (12 noviembre 1651).
Broche de oro con el que cerró el XXIV Congreso Internacional de Literatura Mexicana que se efectuó durante tres días con la presencia de escritores y académicos, quienes disertaron en torno a los “Sentidos y Contrasentidos de las Conquistas”, convocado por el Departamento de Español y Portugués de la Universidad de California en Santa Bárbara, la Universidad del Claustro de Sor Juana y UC-Mexicanistas, presidido por la galardonada.
A esta celebración se suma una más, Sarita ha sido nombrada recientemente Distinguished Professor, reconocimiento especial que otorga el sistema educativo norteamericano. Aristóteles fue el primero que teorizó la amistad.
Para el filósofo es una virtud, la capacidad social que permite la realización ética de los individuos, su optimización como seres morales y racionales. Sari es la madre, la hermana, la maestra, la vecina, pero sobre todo esto, es la amiga: Sari, Sarule, Saritiux... Amistad que se vuelve hermandad cuando recibimos una llamada preguntando por la salud o la familia, cuando varias tardes destina para ir a visitar a una colega en su lecho de muerte y tomarle la mano, cuando aconseja y corrige textos que acercan al autor a la excelencia, o simplemente cuando en medio de un tianguis se detiene a cada paso para comprar un detalle que elige para sus amigos y a la vez darle provecho a la mujer de la esquina con su niño en brazos. Todo esto lo he vivido con ella.
Congruente en lo que cree, siempre está “en la búsqueda permanente de la verdad y el entendimiento humano”. Sus amigos somos su familia. También es la sabia hogareña-término acuñado por el psiquiatra canadiense Eric Berne-, cuando llega a cada uno de sus hogares después de largas ausencias, siempre encuentra su lugar en ese microcosmos donde, sin pretensiones, está dispuesta a ayudar para mejorar el entorno o la funcionalidad de algo en lo que nadie ha prestado atención. Nunca juzga, se deprime o cansa; inagotable. Siempre acompaña, convida.
Es como dijo Elena Poniatowska: “Un elfo que aparece al mediodía cuando el mundo está hecho un caos, para poner orden”. Somos dichosos sus amigos de tenerla para contarle una preocupación, compartir la mesa y su hospitalidad.
Ser parte de su proyecto de vida y literario; porque en ella no hay diferencia: vida y literatura son una sola. Celebro conocerla y me uno a la ovación que la distingue en su singularidad porque en ella, como escribió Sor Juana,“… las diosas dieron todas las gracias juntas para mejor compendio”.