¿Vivir juntos antes de casarse?

Columna de David Ojeda Correa: ¿Vivir juntos antes de casarse?

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Un paciente joven me introdujo el tema terapia: las nuevas generaciones tienen la tendencia de querer ir a vivir con su pareja antes del matrimonio en ocasiones un año antes de formalizar el compromiso de unir sus vidas para siempre, lo anterior, no es para nada bien visto por generaciones pasadas que justifican que no es correcto empleando como base su experiencia, creencias, religión o su miedo al “qué dirán”.

La supuesta principal razón de vivir juntos antes del matrimonio parte de la premisa de que, de esa manera, se conocerán mejor y lograrán entonces durar muchos años más de casados. Lo anterior, es curioso, porque no es verdad. A una persona no la llegas a conocer jamás en un año, ni en dos, ni en diez.

Esto porque la gente se transforma todos los días debido a que somos seres cambiantes, entonces, tampoco te asegura que tu pareja querrá estar contigo siempre, de hecho, el primer año viviendo juntos tiende a ser el mejor, es como una luna de miel de enamoramiento donde cuidas agradarle a la otra persona, así que, cuando esa simulación se acabe traerá severas consecuencias.

La verdad es que un año no sería para nada funcional para saber cómo es tu pareja. Otra causa que he visto en terapia, por la cual se quieren ir a vivir con su pareja, es por anarquía, sexo, drogas y otros temas que no lo justifican.

Entonces, ¿vale la pena ir a vivir juntos antes de casarse? La respuesta es sí, pero no por ninguna de las razones que mencioné anteriormente, así que, si querías irte a vivir con tu pareja y alguna de esas era la causa ¡abandona la idea! Irse a vivir en pareja sí sirve, pero no es para conocer al otro, es para poder conocerse a sí mismo, para aprender cómo te comportas con las reglas impuestas por dos, para saber cómo actúas y te enfrentas a nuevos retos y responsabilidades, nuevas formas de administrarte, nuevas maneras de llevar a cabo una vida.

¡Ah!, pero ten cuidado, pues no es lo mismo vivir con tu novia/prometida que vivir con tu esposa, no se debe confundir. Por otro lado viene otro punto interesante para pensar si realmente quieres vivir con tu pareja antes de casarte: si realmente la amas, ¿importa tener que descubrir cómo es la vida viviendo con él o ella?

El matrimonio es un compromiso que se firma en un papel y que se fija en un para siempre al momento en que ese compromiso se hace entre la pareja y Dios. Si le amas, adelante, aviéntate al compromiso. Si necesitas primero conocerte a ti, también es correcto, adelante, pero aprende a diferenciar noviazgo de matrimonio. Pero si lo que ocurre es que tienes dudas de si es la persona con la que quieres estar y lo que deseas es probarla, entonces, por favor, no te cases, pues ahí no hay amor.

Entonces el paciente me preguntó: “¿y si mi novia quiere vivir conmigo y yo no con ella qué hago?”. A lo que le respondí: “preguntarle para qué quiere que vivan juntos y con ese argumento decidir qué quieres hacer tú.

Al final, en una pareja siempre hay uno que cede cuando hay amor. Si estás convencido de que no es lo que deseas entonces sigue tus principios pero, si tu causa de no hacerlo proviene del qué dirán tus papás, tus abuelos o la sociedad, entonces ya estás mal al permitir que sean los otros quienes se metan en tu relación y futuro”.

Por otro lado, si vives en “unión libre” siendo novios eternos en una misma casa ¡bandera roja! ¿Tienes miedo al compromiso? Recuerda que tu pareja es tu familia elegida, el amor de tu vida, tu futuro.

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