El que habla mal está mal

Columna de David R. Ojeda Correa: El que habla mal está mal

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Estaba en el hospital cuando una escena muy interesante pasó frente de mí: una enfermera, de unos 55 años, talla baja y peso notable, le dijo a su compañera, una chava de unos 30 años, alta, pero no muy delgada: “cómo que has estado subiendo mucho de peso, ¿no?”. A lo que la enfermera joven le respondió: “cómo que tú también, ¿verdad?”.

Lo que produjo un silencio acompañado de unas miradas de asesinato por parte de la enfermera mayor. ¿Qué pasó aquí? Me pregunté, acabo de ver el ejemplo más grande que existe de proyección y, por el otro lado, de equilibrio emocional. La proyección, en psicología, es un mecanismo de defensa, en donde, la persona atribuye a otra usualmente sus defectos y carencias. Lo veo muy seguido en la terapia cuando me dicen: “es que mi esposo no tiene buena comunicación” o cuando se quejan de los defectos de otras personas, muchas veces sin ver su propia cola.

Resulta que, cuando vemos a una persona y la criticamos, se debe a una inseguridad propia, por ejemplo, si criticamos a una chava que sube fotos en bikini en Instagram, es porque, desde el inconsciente, tenemos envidia de su cuerpo, su autoestima o muchas otras cosas.

Nos justificamos con la moralidad como si está fuera la misma para todos. En el caso de mi ejemplo, la enfermera mayor, con su inseguridad frente a su obesidad señaló a la joven que se veía más gorda cuando ni siquiera tendría porqué hablar con ella sobre su peso, no tienes porqué meterte aunque seas más flaca. Por otro lado, si en realidad fuera por preocupación de su salud, entonces primero debería de cuidar la suya y luego, pensar en que también podría afectarse la salud mental de la joven a quien señala al decirle que se ve más gorda.

La enfermera más joven, por su lado, pudo responder con enojo, con pena o miedo, pero lo hizo de una manera certera, sin dejarse llevar por la falta de respeto que su mayor le estaba ocasionando.

Con lo anterior te pregunto: ¿qué tantas cosas proyectas?, ¿qué tantas cosas te han dicho que venían proyectadas de otra persona? Tengo otro ejemplo, vi una foto de Facebook de un amigo que va al GYM, apenas empieza, pero ya sube fotos en el espejo, en los comentarios una persona le puso “no manches, qué músculos” de una forma burlona, otro le puso, “no pues métele más ganas que te falta”. Ambas personas con nada de cuerpo atlético.

Había otro comentario, uno que decía: “sigue adelante” y en la foto de perfil un chavo con un cuerpo muy trabajado. Los tres se proyectaron, los dos primeros de una manera negativa dejando ver su baja autoestima, su deseo por un cuerpo que no tienen y, el último, proyectó su seguridad y alta autoestima probablemente recordando sus épocas cuando empezó el GYM que ahora le trajo beneficios.

Entonces, ¡claro!, quien habla mal es porque está mal. Así que te pregunto: ¿qué dice de ti lo que hablas de los demás?

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