|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Estimada familia, compañeros de trabajo y amigos: Escribo la presente carta con todo el amor que les tengo. Espero que por este medio puedan llegar a sentir algo muy parecido a lo que siento; aunque estoy seguro que la visión de cada uno de nosotros es completamente distinta, todos hemos vivido este 2020 de diferentes maneras, a algunos les pegó en la economía pero a otros en el corazón.

Muchos perdieron empleos pero un tanto más perdió a un amigo, a un padre, una madre, a un hijo o a algún abuelo; otros más perdieron a varios de ellos. Unos perdieron su casa, su patrimonio de años, otros han perdido su salud y cargan con secuelas de esta terrible enfermedad pero, aun así, hay un importante número de gente a la que no les ha pasado nada.

Tan poco es lo que les ha ocurrido que incluso dudan del Covid, no creen que la mayor debacle económica de la historia esté por ocurrir, no saben lo que duele la muerte, no me refiero a sentirla en su cuerpo sino a mirar cómo llega en quienes más amamos.

Hoy estoy feliz, completamente alegre y agradecido porque aún tengo a todos los miembros de mi familia cerca, porque aún tengo a mis mejores amigos sanos aunque he perdido a algunos conocidos y compañeros de trabajo. Y pese a que celebro que la familia está presente, conozco de muy cerca la muerte, he llenado actas de defunción, he tratado de reanimar pacientes que ni con la mayor lucha se han curado y me ha dado Covid aun tratando de cuidarme demasiado.

Familia, amigos, les escribo porque pese a todo sí quiero un regalo de Navidad como acostumbramos a darnos cada año. Quiero y se los ruego que por favor me lo cumplan, que se cuiden, que olviden lo material, que dejen de lado las salidas de compras.

Es muy diferente hablar de la exposición que como médico tengo a la exposición que ustedes pueden tener si van a la plaza o a las grandes tiendas departamentales.

Esas empresas también necesitan elevar sus ventas y por tanto ponen fabulosos descuentos, pero, por favor, antes de un regalo, de una cosa material, quiero tu vida, quiero que sepas que para mí vales mucho más que algo de la tienda y como la intención es lo cuenta, quédate en casa.

Y si aún así quieren darme un obsequio recuerden dos cosas: la primera es que comprendo que es un año difícil y la economía compleja, no quiero nada costoso y, segundo, si de verdad desean darme algo material, pídanlo por internet aunque no llegue para el mero 25, pues, repito, no me importa lo material sino su vida, la cual es para mí el mejor regalo del mundo.

Para esta Navidad deseo con toda mi alma su bien, para que muy pronto nos abracemos de nuevo, sin miedo, sin preocupaciones, con mucho amor y felicidad. Si estás de acuerdo con mi mensaje, si piensas parecido a mí, por favor, compártelo y probablemente logremos salvar las vidas de quienes amamos.

Lo más leído

skeleton





skeleton