¿Ya te viste?

Columna de David R. Ojeda Correa: ¿Ya te viste?

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

¿Te acuerdas? Había una época maravillosa en la que salías a la calle a jugar con tus vecinos. Un tiempo en el que mamá estaba en casa y no importaba donde te encontrabas, llegaba una hora en que con un par de gritos o silbidos te hacían correr hacia ella de nuevo.

¿Te acuerdas? Había una época en la que te sentabas a ver televisión, en donde soñabas con tu futuro queriendo ser adulto, queriendo alcanzar tus sueños.

Era un tiempo de ilusión y nada parecía imposible. Hoy, ya no eres esa personita de antes, hoy, la vida te ha transformado, tanto que es posible que ahora tú seas la madre o el padre que da el par de gritos o el silbido, pero no para que entren los hijos de la calle, pues la cosa es tan distinta que ya la inseguridad no les permite salir.

Sin embargo, aquí estás, en este presente y espero que estés soñando todavía con lograr grandes cosas. Si es así, ¡qué bueno! Pues la vida no se acaba hasta que se acaba.

El problema es que nos sentimos insatisfechos con lo que tenemos debido a que no dejamos de soñar. El problema no es soñar, aspirar a crecer es una dicha de pocos.

El problema es que no te estás dando cuenta de dónde estás parado, estás tirando a la borda todos los logros que has creado, que has logrado y, todo esto, solamente por seguir deseando más en lugar de disfrutar lo que ahora ya hay.

Muchos de tus sueños de niño ya se están llevando a cabo, pero están pasando tan rápido porque te han salido sueños de adulto y si no atrapas el instante en que vives ahora sucederá que, todo lo bueno se habrá ido tan rápido que lo recordarás con nostalgia como hoy recordaste lo que se sentía salir a jugar.

Hoy es el momento, el aquí y el ahora, al cual ni siquiera puedo nombrarlo como presente, pues este es tan rápido que ya se convirtió en pasado y no se puede vivir en algo que no existe así como tampoco se puede vivir en algo que aún no ha existido: el futuro. ¿Qué va a suceder? Quién sabe, pero difícilmente será lo que planeamos.

Lo cual me lleva a preguntarme, ¿para qué estresarse por lo que ocurrirá mañana si ni siquiera sabemos si habrá un día siguiente? Que mi yo del futuro se encargue de esa situación, aunque eso no significa ser irresponsable. Qué difícil es hacer lo que en estas líneas digo, pero más difícil es darse cuenta y estar dispuesto a luchar por un cambio.

Aguanta, resiste, ya mucho lo has hecho, ya eres experto, solamente trata más, lucha más, nunca decaigas. Si las cosas no te han funcionado de una forma intenta de otra completamente diferente aunque eso implique salir de tu zona de confort pues, fuera de ella, únicamente podrás encontrar otra zona de confort que aún no conoces.

Honra a ese niño que aún está dentro de ti, permítele ver cuántos de sus sueños se han cumplido, ¿un coche?, ¿una casa?, ¿una carrera?, ¿un trabajo?, ¿una familia? Solamente tú sabes qué querías, qué has logrado. Honra a ese niño o a esa niña disfrutando de lo que has forjado hoy; ¿ya te viste? Disfruta, y ya luego, mañana, planeas lo que sigue.

Lo más leído

skeleton





skeleton