True Detective y la crítica social
Columna de Rodrigo Ordóñez: True Detective y la crítica social
En la plataforma HBO regresó con una nueva temporada True Detective, una serie de televisión estadounidense de antología dramática de género policíaco creada y escrita por Nic Pizzolatto.
La primera temporada marcó un verdadero fenómeno en la televisión, al contar, mediante varias líneas de tiempo, la historia de la caza durante diecisiete años de un asesino en serie por una pareja de detectives del estado de Luisiana.
La historia comienza en el año 1995, con la asignación de los detectives Martin Hart (Woody Harrelson) y Rustin “Rust” Cohle (Matthew McConaughey) de la División de Investigaciones Criminales de la Policía Estatal de Luisiana, a indagar el caso del asesinato ritual de una mujer.
Con seis capítulos transformó un género televisivo, la química entre los protagonistas y la narración basada en los giros del tiempo, sin embargo, las dos antologías que siguieron, pese a contar con grandes nombres en los protagónicos, no pudieron superar el material original ni la densidad de los diálogos. Con esta nueva temporada parece que desea redimirse de las dos entregas anteriores, donde poco a poco trataron de retomar el camino.
Con True Detective: Noche Polar, regresa una estrella que marcó un hito en su tiempo: Jodie Foster, que en El Silencio de los Inocentes abrió nuevas narrativas en las series policiales, con Hannibal Lecter como un caníbal serial. Esta entrega de True Detective inicia con el preámbulo de la larga noche invernal en la ciudad de Ennis, Alaska, donde los seishombres que operan la estación de investigación ártica Tsalal desaparecen sin dejar rastro, que abrirá la puerta para un caso antiguo sobre la muerte de una activista, que reúne a las detectives Liz Danvers y Evangeline Navarro para resolverlo.
Con una investigación liderada por dos mujeres, la historia va revelando una crítica sobre el sistema actual en el que la muerte de mujeres, en especial de comunidades indígenas, no parecen ser tan importantes y suelen quedar como casos sin resolver, además aborda un tema que fue muy común en Estados Unidos como la aparición de una actividad económica, como las minas de oro, donde se fundaban pueblos o ciudades alrededor, obligando a los habitantes a someterse a un poder empresarial más allá de cualquier autoridad local o política.
En este caso, aunque la serie cuenta con elementos de sigilo y terror, con apariciones extrañas y símbolos misteriosos, lo valioso es que retoma el espíritu del género policial que es criticar a la sociedad actual, donde un delito ya sea la destrucción de la naturaleza o un asesinato, como en este caso, representa un debate con puntos a favor y en contra de la industria que da empleo a Ennis, recordándonos que no nos importa resolver un delito atroz, si la solución quebrará nuestra ilusión de confort y conformismo donde estamos sumergidos, siendo la verdadera noche polar esa incertidumbre sobre el futuro qué vendrá después de liberarnos del control económico que actualmente vivimos, miedo que ahogó muchas revoluciones y asesinó a quienes deseaban un cambio para sus países.