En el año de 1950, el arqueólogo Dr. Alberto Ruz Lhuillier hace un análisis de deterioro en la fachada sur del Palacio del Gobernador, donde la mitad del friso se había desplazado por la fatiga del apoyo y la falta de dintel y jambas en la entrada. También estaba desplomada parte de la bóveda, lo que hizo necesario registrar y desmantelar toda la fachada para reintegrarla.

Al mascarón de la esquina suroeste le faltaban algunos elementos, los cuales fueron reintegrados. En la fachada este se reintegraron las jambas y los dinteles del último cuarto. También se limpiaron los costados este, norte y sur del inmueble, se clasificaron las piedras dispersas y se rellenaron nuevamente las excavaciones expuestas del inspector de monumentos José Anacleto Erosa Peniche. Esto permitió registrar los cuerpos escalonados de la subestructura del Palacio del Gobernador.

Ruz Lhuillier también señaló en su reporte que los murciélagos y las golondrinas anidaban en el interior de los cuartos, así que se tomó la decisión de rellenar los agujeros y grietas en muros y bóvedas para sanear los aposentos.

En la fachada norte se reintegraron las jambas, los dinteles y los sillares de los paramentos interiores y exteriores, incluyendo las bóvedas y algunos elementos del friso.

Otra de las acciones realizadas en esa temporada de trabajo fue la exploración y consolidación de los pasajes norte y sur del edificio. Esta fue la última gran intervención realizada en este edificio y a partir de ahí sólo ha recibido mantenimiento o supervisiones puntuales.

En relación con los sectores oriente, sur y poniente del extremo sur del basamento del Palacio del Gobernador, no se reportó ninguna intervención de restauración. Sin embargo, en el sector oriente del derrumbe de los cuerpos escalonados se interrumpe el ángulo del derrumbe, lo que nos indica que algunos sectores del basamento fueron alterados, posiblemente para recuperar piedras labradas de los paramentos, las cuales es probable que fueran trasladadas a la Hacienda Uxmal para usarlas en pisos y muros.

Tanto en la esquina sureste como en algunos sectores del costado sur y varias secciones del costado poniente, el ángulo del derrumbe es mayor en comparación con el derrumbe natural y con la altura del basamento, lo que nos hace suponer que estos materiales corresponden al escombro producto de las intervenciones realizadas en este costado del edificio.