En gran parte de las corrientes literarias que abundan en el norte del país se ha decantado por explorar el género de la nota roja, más que hacer reseñas de los casos o replicar el mundo del narcotráfico que asola varias zonas de la nación, los autores tratan de ofrecer una explicación a la violencia sin sentido que ha dejado un sin número de tumbas en México. Esta literatura que parece estar asociada con la novela policial, tiene como característica principal que prescinde de un detective o agente del orden para desentrañar los misterios que existen detrás de las ejecuciones y vidas cortadas.

Una de las editoriales que más cabida ha dado a este tipo de trabajos es la editorial Nitro Press, que recientemente ofrece varios títulos, desde novelas hasta cuentos, que incursionan en temas como el narcotráfico, las ejecuciones, la violencia de género, la migración, los conflictos entre bandas o los asesinatos que quedan impunes por tratarse de ajustes de cuentas entre grupos delictivos rivales.

El ambiente que rodea los relatos parece una característica personal de cada autor, son espacios urbanos negados y confinados a un puñado de historias míticas sobre las grandes luces y los burdeles, las teorías sobre la muerte de un personaje político ilustre, pero el peso de la mayoría de estas historias son sobre las familias que crecieron en medio de la violencia y el olvido de las instituciones, familias que no tuvieron otra alternativa más que vender su fuerza de trabajo al narcotráfico porque no había forma de ganarse el sustento o, en el peor de los casos, negarse significaba una condena de muerte.

Leer los relatos que ha publicado esta editorial es sentir que caminamos con los habitantes de los barrios, personas sólo reconocidas por sus apodos, sus historias sobre balaceras, las violaciones y los asesinatos. El autor de cada cuento y novela sabe que la historia de la ciudad se escribe en la nota roja, en los partes policiales, en las cárceles, ahí donde las luchas cotidianas adquieren su verdadera dimensión de épica y tragedia. Por eso, muchos personajes son sólo motes, epítetos incompletos de individuos rotos por el hambre y la adicción, por la ausencia de moral ante el deseo.

Recientemente la editorial lanzó en su sello la línea Nitro Noir para consignar esta literatura del género negro, que nos ofrece una visión o una explicación sobre las razones para que miles de mexicanos incursionen en esta espiral de violencia, acrecentada por la ausencia de alternativas o por el cerco férreo que impone el narco en muchos territorios, para que comprendamos la decisión que los motivo a esto, el drama que deben padecer las familias por tratar de vivir dentro de la ley en un país en donde la ilegalidad, la pulverización y el descrédito que tienen las instituciones, poco ayuda a que se vislumbre un mejor futuro para las siguientes generaciones.