México está entre los países megadiversos, junto con Brasil, Colombia e Indonesia. Las características que hacen que México sea un país megadiverso derivan de su situación geográfica y de su relieve topográfico. Los humedales constituyen una superficie importante dentro del territorio nacional, entre ellos, los manglares ocupan sitio privilegiado por la riqueza natural y los servicios ambientales que prestan. Los humedales son las zonas de transición entre los ecosistemas acuáticos y terrestres, incluyen amplia variedad de hábitats: vegetación marina, manglar, popal, tular y carrizal, vegetación flotante, vegetación sumergida y otras comunidades herbáceas.

La diversidad de los humedales es muy amplia, pudiendo albergar desde pequeños crustáceos e insectos, anfibios, reptiles, aves, peces, mamíferos y grandes árboles como los manglares. Pero, ¿qué es un mangle y un manglar? y ¿por qué es importante cuidarlos? La palabra mangle proviene del guaraní y significa "árbol retorcido", son un tipo de plantas tropicales con características adaptativas excepcionales, pueden vivir en lugares total o parcialmente inundados y son altamente tolerantes a la salinidad y a condiciones de poco oxigeno en el suelo; de las 54 especies identificadas en el mundo, diez se encuentran en América y cuatro de ellas habitan en México y en áreas de la Reserva de la Biosfera Ría Celestún en Yucatán, que cuenta con 31,512 hectáreas de este importante ecosistema.

Los manglares y humedales son ecosistemas muy frágiles y vulnerables, las actividades humanas son sus principales amenazas (un ejemplo lo puede usted observar claramente en la carretera de Progreso a Chicxulub con invasión de personas inconscientes en el área natural de manglar). Las modificaciones hidrológicas y la sobreexplotación de algunas especies también alteran drásticamente la composición, estructura y función de este ecosistema.

La diversidad de ejemplares de la vida silvestre en las zonas de mangle es de mucha importancia para la megabiodiversidad con que se cuenta en la Reserva de la Biosfera Ría Celestún, que al ser una área natural protegida mantiene características especiales de diversidad, que hacen que cuente con el reconocimiento internacional de certificación Ramsar, situación que nos compromete como estado a procurar el cuidado y sostenibilidad de los humedales en esta zona, pero lamentablemente el ser humano genera gran cantidad de residuos que tarde o temprano van a terminar en contacto directo con la naturaleza y que está ocasionando alteraciones graves en el ecosistema. Los humedales y manglares son una barrera natural para aminorar el impacto de los huracanes.