Nuestra alma mater
Daniel Uicab Alonzo: Nuestra alma mater
Aunque la expresión alma mater se emplea para designar metafóricamente a una universidad, “como proveedora de alimento intelectual”, también suele extrapolarse a otras escuelas o instituciones donde se capacita o se adquieren conocimientos para desempeñar alguna actividad u oficio, que se agradece considerándola así. “Soy egresado de” o “me formé en”, decimos para referirnos a nuestro plantel, colegio o universidad, como timbre de orgullo.
En las fuerzas armadas, el H. Colegio Militar y la H. Escuela Naval son el alma mater por excelencia de los mandos del Ejército, Fuerza Aérea y Armada. Sin embargo, toda proporción guardada, los otros planteles de formación y capacitación militares y navales lo son para los oficiales de otros servicios que también son parte importante y fundamental en la milicia. Luego entonces, todos los soldados y marinos tenemos un alma mater: la escuela que elegimos, donde fuimos capacitados y obtuvimos los conocimientos y destrezas que nos permitieron ascender de jerarquía, hacer carrera, lograr un estatus y un mejor futuro. Es la esencia de la milicia, el cuestionado espíritu aspiracionista.
Lo anterior viene a colación por la polémica surgida de comentarios del Ejecutivo hacia la máxima casa de estudios del país, la Universidad Nacional Autónoma de México, de donde el Presidente también obtuvo un título. De ahí que muchos egresados de la UNAM hayan pegado el grito en el cielo al estar en desacuerdo con sus dichos acerca de su inclinación a la derecha y de que le hace falta un “sacudón”; hasta con el salario del rector se ha metido justificando que “es importante que se ventilen sus asuntos”, en suma, que se reforme la institución, pues acusó que desde hace años sus académicos se convirtieron en “ideólogos del neoliberalismo”. Comentarios y opinión desde luego muy respetables, pero no compartidos por muchos y quizás no tanto en el fondo sino en la forma.
Al respecto, los mandos navales siempre han ponderado a su alma mater, incluso quienes no alcanzaron alta jerarquía –porque decidieron “desembarcarse” aún jóvenes en busca de nuevos horizontes o por alguna razón no concluyeron sus estudios en la H. Escuela Naval– presumen con orgullo su paso por sus aulas y mantienen los lazos fraternos forjados entre compañeros de su antigüedad o generación; como se dice coloquialmente en la Armada, nadie ha pateado el pesebre. Misma percepción tenemos de los civiles, que agradecen por haber abrevado el conocimiento y formarse un mejor proyecto de vida al pasar por institutos o universidades, muchos de ellos han llegado a dirigirlas.
Y hablando de lemas, esa frase que resume los valores, aspiraciones e ideales de una casa de estudios (AMLO también cuestionó el de la UNAM), entre otros, me gustan el de la Universidad Modelo, “Para sí, para todos”, el de la Universidad Mesoamericana San Agustín, “Para grandes cosas hemos nacido”, el del Instituto Militarizado del Sureste, “Ex Fide Fiducia” (de la fe viene la confianza) y, por supuesto, el de mi alma mater, el Centro de Capacitación de la Armada: “Centinela eterno de la Patria”.
Anexo "1"
Con letras de oro
Como parte de los festejos del Bicentenario de la Creación de la Armada de México, el pasado 21 de octubre, en el Salón de Plenos de la Cámara de Diputados se inscribió en el Muro de Honor en letras doradas la leyenda “2021 Bicentenario de la Armada de México", como testimonio del reconocimiento que el pueblo de México hace a las mujeres y hombres que integran esta institución que nació para servir al país.
Algunos medios consignaron que, en el marco de los honores y reconocimientos, la legisladora michoacana del PT, Mary Carmen Bernal Martínez, declaró: “Estoy segura de que muy pronto en nuestro país tendremos una primera mujer secretaria de la Marina”. Y agregan que lo altos mandos navales ubicados frente a la tribuna legislativa, encabezados por el almirante José Rafael Ojeda Durán, "se removieron en sus asientos" pero reaccionaron con un aplauso.
No vemos el porqué del comentario en la prensa, pues desde hace varios años, al aceptar el ingreso de mujeres en la H. Escuela Naval, la Marina ha promovido su ascenso en los cuerpos de mando, lo cual en su momento derivará en que alguna de sus egresadas llegue a ocupar la más alta responsabilidad en la Semar. Así que no hagan olas.