Por un consumo responsable
Ramón Pérez: Por un consumo responsable
Muy a menudo los ciudadanos solemos culpar al Gobierno de todos los problemas ambientales que se nos presentan, pero no debemos olvidar que en este tema cada uno de nosotros como ciudadanos hemos aportado gran parte del problema, incluso cuando ya estamos acostumbrados (en la mayoría de los casos) a consumir productos que están dañando el medio ambiente en que vivimos.
Otro factor pue de adjudicarse a las industrias o corporaciones que utilizan pro ductos como el petróleo, gasolina, principalmente sustancias químicas y otros productos que si no cuentan con las medidas de calidad necesarias resultan peli grosos para el medio ambiente, la salud y la vida; debido a que sus costos resultan ser realmente altos para sustituir o buscar otros que dañen menos, lo que realizan es tomar en cuenta únicamente los beneficios para las empresas e infringen las reglas sanitarias, ambientales y sociales.
Pero existen acciones que están a nuestro alcance como consumidores que pueden ayudar a disminuir el daño que se presen ta con su uso y que si nosotros queremos, podemos ayudar a mitigar el daño resultante.
Como por ejemplo, evitar la compra de artículos que tengan empaques complejos como plástico, alambre, hule espuma y unicel. Además puede ser relevante consumir sólo lo necesario, evitar las compras excesivas e innecesarias, como muchos aparatos electrónicos, que son cambiados con frecuencia dada la dinámica del mercado que ofrece cada vez más rápido nuevos modelos.
De igual manera podemos dejar de comprar o aceptar artículos que afecten de manera directa al ambiente o cuya compañía fabricante no cumpla con lo establecido jurídica o éticamente para la conservación del mismo. Me refiero a las tan satanizadas hoy en día bolsas de plástico desechables, aerosoles con gases que destruyen la capa de ozono, aparatos electrónicos que consumen mucha energía eléctrica, gasolinas que contienen plomo, baterías desechables, entre otros. También podemos evitar desperdiciar el agua, ya que ahora es más difícil el abasto de ella, de esta manera disminuiría el consumo y se podría garantizar el abasto de este recurso.
Es momento, considero amiga o amigo lector, de adquirir costumbres de consumo responsable que ayuden al cuida do y preservación de la ecología, deberíamos consumir productos elaborados en nuestra región, así damos empleo a los locales y consumimos artículos mejor cuidados.
Debemos tomar con ciencia de los grandes problemas y consecuencias que todo esto efectúa en nuestra actualidad y en un futuro, la deforestación, sequías, lluvias ácidas, la extinción de especies, el gran número de enfermedades desarrolladas, la gran devastación y destrucción de los ecosistemas, etcétera. Es una invitación desde este espacio para que empecemos a replantearnos nuestras formas de consumo, olvidar el ¡aquí y ahora! Y pensar en el después del consumo express, dejemos a un lado las compras de opor tunidad sin necesitar y sea mos unos consumidores más responsables.