La respuesta a la pregunta es clave para la labor más importante que un Estado debe hacer para evitar y combatir la violencia contra las mujeres y en general cualquier crimen: prevenir.
Si bien la tipificación del feminicidio, su juzgamiento y las sentencias por este delito son, después de una larga lucha social, una realidad, dejar las cosas en atacar la consecuencia sería empezar por el final y no llegar a la raíz del problema. El principio de la solución, como en todo escenario criminal, es la prevención.

Prevenir es una labor que exige inteligencia, estrategia y estudio. Hacerlo de otro modo sería no sólo poco profesional, sino poco efectivo, dilapidaría recursos escasos e incluso agravaría el problema que tanto aqueja a la sociedad.

La base de la prevención es la información y su análisis, de tal suerte que sólo con información es posible entender el problema y estar en condiciones de atacarlo incluso antes de que ocurra, que es, justamente, la prevención.

Existen buenos ejemplos, y en todo caso buenas fuentes de información, acerca de cómo, dónde, cuándo y por qué ocurre la violencia contra las mujeres en México y en el mundo.

Un ejemplo es el “Estudio nacional sobre fuentes, orígenes y factores que producen y reproducen la violencia contra las mujeres”, realizado en 2012 por la UNAM y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim).

Según este documento, la violencia de género está condicionada por el medio social y transcurre en un contexto de tradiciones e instituciones que “a manera de círculos concéntricos” delimita el espacio en el que actúan los individuos.

La violencia de género en México tiene historicidad y geografía, lo que permite dibujar un abanico que abarca el fenómeno así como sus zonas más oscuras y contradictorias, asienta como reflexión final este importante trabajo basado en una metodología avalada por un Comité Técnico en el que participaron representantes de instituciones nacionales e internacionales como la ONU, INsyDE, la UNAM, la Flacso, la UACM y el ColMex

La investigación se realizó a nivel nacional por regiones y Yucatán estuvo integrado en la zona sureste.