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Allí tenemos a la luz, que, por cuestiones nunca explicadas, adquirieron desde el principio su inclinación a lo bueno, al conocimiento, a la sabiduría, a la bondad, a la vida y tantas cosas que en la actualidad hemos denominado positivas; desde ese punto de vista, la luz se ha convertido en un emblema de positivismo pasivo y activo en muchos de nuestros actos, palabras, ceremonias y, claro, de nuestras palabras;del otro lado tenemos a la obscuridad, a ella la calificamos desde el principio como aquello maligno, lo malo, tenebroso, en otras palabras la colocamos en lo negativo.

Es así que la posibilidad de que este fenómeno sociológico y gramatical provenga de las vivencias que experimentaron los primeros seres humanos que tuvieran la oportunidad de buscar explicación de las cosas; es decir, de razonar.Para ello seguramente debió haber una relación entre la existencia del día y la noche y su existencia relacionarla con la luz y la obscuridad, de antemano y de manera hipotética suponiendo que durante el día todo podía verse, percibirse, describirse y al menos obtener de ello una explicación; en cuanto a la noche, la posibilidad de visión era disminuida y todo lo que sucedía al no tener explicación era peligroso.

Es así como llegamos a la virtudes y defectos; cada cual ubicado en la luz o la obscuridad parece señalar a alguien como nada solidario, lo que representaría un defecto, y eso a ojos de los demás es malo y por ende probablemente obscuro; del otro lado tenemos al ser empático, a quien calificamos como bueno y bondadoso, y claro lo vemos en el lado de la luz; es así como nos daremos cuenta de si son más los seres con defectos o con virtudes, sólo bajo la presión de salud que tenemos veremos si subsisten más de los unos que de los otros.

Por múltiples cuestiones y sucesos, sin entrar en detalles jurídicos de la decisión, desde ya regresamos con medidas restrictivas, mismas que surgen en un momento crítico de salud; llegamos al punto en el que nos dejaron como se debe ser seres racionales y responsables, pero las cosas resultaron contrarias a lo esperado y tal parece que vivimos en un sálvese quien pueda.

Reflexión: veremos si haremos bien las cosas de acuerdo con las reglas para avanzar o nos ubicamos en condiciones de ese sálvese quien pueda.

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