|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El rol preponderante que juegan las fuerzas armadas en el Gobierno de la llamada cuarta transformación, con presencia prácticamente en todos los sectores estratégicos y principalmente en tareas de seguridad pública, ha obligado a los altos mandos del Ejército y la Armada a rediseñar sus planes administrativos y operativos, programas académicos y organigramas.

Muestra de ello es el rediseño de la estructura de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que aglutina fuerzas de tierra y aire (incluso de mar) para cumplir con las responsabilidades y expectativas del Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, es decir, el Presidente de la República. Según el documento "Reorganización de la Sedena", que circula en algunos medios, esto se realizará en dos etapas: en la primera prevé la creación de la Comandancia del Ejército y la reestructuración de los órganos administrativos, y en la segunda, la incorporación de la Guardia Nacional (GN).

Respecto a la primera, una vez creada la Comandancia General, se pretende reorganizar el Estado Mayor para aspectos operativos, lo que nos lleva a recordar que, por ejemplo, la Secretaría de Marina (Semar) ya ha pasado por este proceso, pues en los años 70 tenía una Comandancia General de la Armada, que luego se convirtió en Jefatura de Operaciones Navales y ahora el aspecto operativo, como actualmente en el Ejército, corresponde al Estado Mayor a través de sus Fuerzas Navales del Golfo y del Pacífico. Es previsible entonces un cambio de este tipo en la Semar para estar en sintonía con la Sedena, que ejemplifica los niveles de mando en otros países y cómo operan las fuerzas armadas en España, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.

La segunda fase de la reorganización en la Sedena prevé sumar a la Guardia Nacional (bajo su mando operativo desde octubre de 2020) oficialmente a sus filas como “fuerza armada” en 2022, lo que confirma la decisión del presidente López Obrador de militarizar este cuerpo que, en un principio, se creó como corporación civil, aunque en los hechos fue formada con efectivos militares. Para ello se plantean reformar constitucionales y al marco normativo; el presupuesto está asegurado. Al respecto, esta semana el coordinador panista en el Senado, Julen Rementería, dijo que era un error seguir gastando en la GN sino se ajusta su funcionamiento, argumentando el fracaso de la estrategia en seguridad e insistiendo en que debe ser una fuerza civil.

Sin embargo, el que la GN pase a formar parte del Ejército, sin duda imprimirá un cambio de 180 grados en sus funciones y forma de operación, muy distinto al de las policías, al ser una fuerza más del Ejército. Veremos entonces otro rostro, comenzando por la disciplina, entrenamiento, doctrina, moral, presencia, identidad y actuación de sus elementos –ahora se regirán bajo las normas castrenses–, que contarán con todo el apoyo logístico y la infraestructura de la Sedena. Debemos apostar a que sea un cambio positivo para, ahora sí, abatir los índices delictivos y, sobre todo, recuperar algunas regiones del país que son rehenes de la delincuencia organizada.

Anexo “1”

Ayuda a Cuba… y a EU

Esta semana, México, que preside temporalmente la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) comenzó a enviar insumos médicos y ayuda humanitaria a Cuba. El primer embarque, en el buque José María Morelos II, partió el lunes con 100 millones de barriles de diésel para abastecer de energía a hospitales en la isla. El miércoles zarpó el buque “Libertador” y ayer el “Papaloapan”, ambos de la Armada, con material médicopara atender la emergencia sanitaria por coronavirus, así como productos como leche en polvo, frijol, harina de trigo, latas de atún y aceite comestible.

No es primera vez que el Gobierno federal muestra la solidaridad del pueblo mexicano con otras naciones. Particularmente en el caso de la Marina, recordamos que en 1972 y 1973, varios buques, como el  “Manzanillo” realizaron viajes a Corinto, Nicaragua, parta llevar alimentos y materiales en apoyo a esa nación golpeada por el llamado “terremoto del 72", un potente sismo de magnitud 6.2 en la escala Richter que destruyó su capital.

Y en septiembre de 2005, el buque "Papaloapan" atracó en costas de Texas con siete vehículos anfibios, ocho unidades todoterreno, una ambulancia y dos helicópteros de salvamento para apoyar a Estados Unidos tras el paso del huracán “Katrina” que había dejado más de mil 800 víctimas mortales y arrasado Nueva Orleans. Lo que demuestra que la solidaridad no tiene fronteras ni ideologías.

Lo más leído

skeleton





skeleton