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Si ya los conocen para qué los invitan”, les diría cualquier ciudadano con mediano conocimiento de política si le preguntaran sobre la pertinencia de sumar al PRI en una alianza. Y no es por el afán per se de descalificar al tricolor pero le aplica a la perfección el traje de Pedrito y el lobo.

Más tardaron el PAN, PRI y PRD en formar el gran bloque opositor para las elecciones del 2021 que lo que Alito Moreno, Moreira y camarilla en irse por la libre y sentarse a negociar por separado con Morena en San Lázaro.

Que no digan Jorge Romero y Luis Espinoza Cházaro que los chamaquearon, elPRI simplemente hizo lo que mejor sabe hacer, marrullar. Y esto apenas comienza, no tardará en visualizarse el pago de favores por la Presidencia de la Jucopo que obtuvo la bancada priista para el primer año de la Legislatura y el regalito de las dos comisiones “triple AAA” que ya tienen en la bolsa.

Los priistas, siendo tercera fuerza en la Cámara baja, encabezarán las Comisiones de Gobernación y de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación, ambas carteras de gran importancia en las labores del Congreso, tanto así que será el propio presidente del PRI quien dirija personalmente los trabajos en una de ellas.

Todo indica que el Waterloo de la oposición viene patrocinado por el partido que revivió y cayó con Peña Nieto y que, desde entonces, busca por cualquier medio arañar lo mucho que perdió. El PRI es la escenificación del poder por el poder y ese estigma en su ADN no lo quitan los discursos pastosos de dientes para afuera, ni los abrazos posados ni, mucho menos, las promesas huecas de sobrada verborrea.

No olvidemos que Morena necesita de aliados extra para aprobar las reformas constitucionales. Al principio muchos creyeron broma cuando el Presidente López Obrador lanzó un guiño sobre la intención de buscar al PRI para sacar adelante temas de importancia para el gobierno.

No era el aliado esperado pero puede resultar el gozne que, paradójicamente, juegue a favor de la cuatroté. Y como en política no hay sorpresas solo sorprendidos, basta revisar el sentido de las votaciones del PRI en la pasada Legislatura: votar a favor de Morena no sería algo nuevo para los reyes del gatopardismo.

Y con la máxima de divide y vencerás, la administración federal hará lo posible por dinamitar la pseudo unidad que pudiera existir entre la oposición. La repartición del Presupuesto será un dulce difícil de rechazar sobre todo para los gobiernos estatales y municipales.

En corto se verá que tan guinda es el rojo de la bandera del PRI, la prueba llegará patrocinada por el propio López Obrador. El Ejecutivo hará el lanzamiento estelar, con curva incluida, de su iniciativa de reforma constitucional en materia eléctrica. ¿La oposición por fin verá la luz o se electrocutará con los primeros bandazos priistas?

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