Sólido acierto
El Poder de la Pluma.
En sesión ordinaria de la Comisión Reguladora de Energía, celebrada el pasado viernes 29 de noviembre, fue aprobado el proyecto de acuerdo por el cual se emite el modelo de contrato y la metodología de contraprestación que será aplicable a la Generación Distribuida Colectiva, a partir de que dicho acuerdo sea publicado en el Diario Oficial de la Federación.
Un Generador Exento es toda persona o empresa que posea una central de generación de electricidad menor de .5 MW, y se le llama así precisamente porque, dentro de esa capacidad, queda exento de tramitar un permiso ante la CRE. En esa categoría nos encontramos todos quienes ya contamos con un sistema fotovoltaico en nuestras azoteas, para generar a partir de la radiación solar la energía que consumimos en nuestros hogares o empresas. Puede ser cualquier otra tecnología, no solamente solar, incluso puede no ser una fuente considerada limpia o renovable.
Ahora bien, que esta generación sea colectiva no es nada nuevo, desde el 21 de agosto de 2012, aun antes de la Reforma Energética, existía esta posibilidad facultada por la resolución RES/249/2012. El nuevo Acuerdo la sustituye, y aunque lo hace un poco tardíamente, tengo la esperanza de que ahora sí se comprenda su enorme importancia, y eso permita aprovechar todo su potencial.
Con este Acuerdo, el Generador Exento puede señalar dos o más beneficiarios entre los cuales se “repartirá” la energía generada por su sistema, e indicar al Suministrador de Servicios Básicos con quien tiene el contrato de interconexión (CFE u otros autorizados), la proporción en la que se hará esta repartición para cada uno de ellos. El generador hará un convenio con sus beneficiarios, el cual no es requerido que lo conozca el Suministrador de Servicios Básicos y regulará todos los aspectos particulares acordados entre ellos.
Aquí es donde entra la riqueza de oportunidades, los condóminos de una plaza comercial o un fraccionamiento privado pueden unirse y constituirse en Generador Exento, y dividir entre sus recibos de CFE la energía generada a partes iguales, o en la proporción en la que cada uno haya aportado inversión, o como ellos mismos decidan. También podría el dueño de la plaza hacer él solo la inversión total y acordar con sus inquilinos un precio por la energía, que podría ser más barata que la que ofrece CFE. Igual podrían de común acuerdo implementar un sistema de pago similar a una “membresía” a cambio de aprovechar los beneficios de la electricidad generada.
En general podrían aplicar cualquier esquema lícito, que de buena fe les permita regular el “comercio” de esta energía, como ya se hace en muchos países, e integrar a otras partes interesadas y proveedores de tecnología como almacenamiento o gestión mediante inteligencia artificial, con lo que se abre una puerta a grandes oportunidades en el sector energético. ¡Por fin un sólido acierto, que yo celebro con entusiasmo!