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El primer debate presidencial estadounidense ha tenido lugar en Georgia y deja una amplia sensación de que no es que Donald Trump haya estado brillante, sino que Joe Biden ha sido un verdadero desastre.

En política para ser, también hay que parecer (o lucir) y Joseph Robinette Biden Jr. lució bastante mal en el debate en cuestión de imagen: físicamente agotado, voz cansada, desangelado, lento, trastabillante. En uno de los clips que más se han virilizado en las redes, Biden intenta elucubrar una idea sobre inmigración, tartamudea, no consigue dilucidar su argumentación y Trump experto en oler la sangre ejecuta con una frase:

“Realmente no tengo idea de lo que dijo al final de esa frase, y no creo que él lo sepa tampoco”.

Donald Trump logró imponer el marco mental que quería: “Joe Biden es un señor mayor acabado, que desvaría y no puede seguir siendo Presidente de los Estados Unidos ni un minuto más”. Pero vamos, tampoco es que Trump sea un jovenzuelo. Biden tiene 81 años y Trump 78; tres años de diferencia. Es verdad que el candidato republicano lució un poco más vigoroso (por decir algún adjetivo). Estados Unidos se encuentra sumergido en un profundo proceso de decadencia social y político de largo recorrido.

Entre las filas demócratas y sus correas de transmisión mediáticas cunde no el miedo, sino el auténtico terror. “Esto ha sido un desastre para EEUU” tituló el New York Times en referencia al desempeño del candidato demócrata. Van Jones, ex consejero de Obama y comentarista de CNN: “esto fue doloroso. Amo a Joe Biden. Trabajé para Joe Biden. No le fue nada bien... Eso no era lo que necesitábamos de Joe Biden, y es personalmente doloroso para mucha gente. No es sólo pánico, es dolor por lo que vimos esta noche”.

Pero recordemos. El tiempo en política lo es todo. La elección del debate en junio (una elección prematura) abre la posibilidad para los Demócratas de buscarle una salida honrosa a Biden, el cual la merece dicho sea paso (una biografía trágica y dolorosa), y buscar un revulsivo. Pendientes al 11 de julio, fecha en la cual Donald Trump recibirá sentencia por los 34 delitos que se le fueron imputados. Esto no hará más que radicalizar su discurso de víctima (además del enredo constitucional que esto conlleva).

Escenarios. Si Joe Biden continúa, es muy probable que Donald Trump sea de nuevo Presidente. Si Biden renuncia, ¿quiénes podrían ser los suspirantes? Si el Partido Demócrata apuesta por el establishment: Hillary Clinton, derrota. Kamala Harris, derrota. Pero, ¿qué tal si se apostara por un perfil antiguo, pero nuevo a la vez? Un revulsivo pop. Un término medio entre establishment y “figura nueva”. ¿Qué tal si hablamos de Obama? Pero de una Obama. ¿Estás ahí Michelle?

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