The Morning Show y el acoso laboral
El Poder de la Pluma.
TheMorning Show es una serie que abarca un tema que se ha convertido en top de las redes sociales y la opinión pública: el acoso laboral que germina, en este caso, en un ambiente dominado por hombres en la cúspide de la pirámide y en muchas áreas clave de una empresa y en el que los trabajadores normalizan la sujeción sutil de las mujeres hacia quienes detentan el verdadero poder y las conducen a formas de actuar en las que hechos de discriminación o violencia sexual son tolerados o pasados por alto incluso por las propias mujeres.
La historia retrata la vida de una conductora estrella, Alex Levy, interpretada por Jennifer Aniston, quien ha llenado la pantalla de los fans del teleshow matutino, a través de la proyección de una personalidad sencilla y “femenina”, que complementa la de su pareja en la conducción, un hombre entrado en sus cincuentas, Mitch Kessler (Steve Carell).
La serie se inicia con la explosiva noticia de que Kessler ha sido acusado de abuso contra una exempleada de la televisora generando tal presión en la opinión pública que los ejecutivos del canal deciden suspender su contrato y echarlo de la empresa, “curándose en salud” para evitar compartir la responsabilidad del comportamiento del conductor y salvar a la empresa de una caída entre sus anunciantes.
Kessler recrimina a la empresa y a sus propios excompañeros la forma en que ha sido acusado y el entorno de linchamiento generado, en sus propias palabras, por el movimiento MeToo, que presiona a la opinión pública para dar por ciertos hechos que él niega.
A lo largo de la serie, sin embargo, empieza a revelarse el elefante en la sala, es decir, se descubre que dichos comportamientos de la estrella del teleshow no sólo eran tolerados, sino conocidos en la empresa y hasta cubiertos por los directivos más encumbrados.
Se suceden confesiones y rumores acerca de otras mujeres que fueron presionadas o utilizadas por Kessler y quienes callaron acerca de los hechos por vergüenza o por mantener su trabajo en la televisora.
Una de las cosas más interesantes del programa es la transformación de Levy, quien si bien en un principio se solidariza con la situación de su coestrella, finalmente, con la llegada a la empresa de una periodista audaz, Bradley Jackson (ReesWitherspoon), y el suicidio de una de las víctimas de Kessler, termina en una catarsis que la obliga a reconocer la tolerancia que la empresa tuvo con las conductas de su compañero de show y el ambiente de acoso que tiene impregnada a la televisora.
Vale mucho la pena asomarse a esta historia para entender lo complejo que puede ser el acoso y cómo, de manera subrepticia e inclusive silenciosa, se va normalizando en las empresas, instituciones y en la sociedad misma.