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He cambiado, sin exagerar, varias veces el título de este artículo queriendo expresar un tema que no logré desarrollar, quizás no tenía suficiente información o cualquier otra excusa válida para evadir escribir. La evasión como elemento principal. Evado ciertas tareas, ciertos asuntos “pendientes”, también ciertas emociones. Éstas me siguen acompañando día tras día, el exterior me continúa reflejando y sé que seguirán presentes hasta que les preste atención y las escuche.

Pero en mi manía las ignoro y las evito, siempre encuentro con que distraerme, un evento social, el trabajo, un curso en línea -mis favoritos- o algún libro de los que tengo apilados, etc. Por lo general requiero un espacio de soledad y calma para decirles: “hola, aquí estoy, me encuentro sola, así que soy toda tuya, he hecho espacio en mi agenda para atenderte, he puesto en pausa todo lo demás, así que por favor no te demores, porque me desespero, únicamente no abuses porque sabes que me enoja”. Además, creo un entorno idóneo para su visita, enciendo una vela, quizás un palo santo, pero eso sí, la música relajante no puede faltar para entonar sensación-emoción, y que todo fluya solito.

Pero resulta que mis tiempos no son sus tiempos, entonces me frustro. Hasta este punto he vuelto a cambiar el título del artículo porque me doy cuenta que no coincide con lo que estoy escribiendo ahora mismo. Ya no sé si te hablo de las emociones o la escritura, y me preguntaba ¿qué escribo?, ¿qué deseo compartir? Pido ayuda divina: “Universo permíteme ser canal para comunicar lo que deseas comunicar, a mis ancestras y musas les digo permítanme hacerlo diferente, ¡guíenme!”.

Evidentemente tenía un bloqueo creativo, yo creo que se debe a esas emociones atoradas que he ignorado, también se debe a estar mucho tiempo en la mente y sobrepensar en el pasado o futuro, y eso es lo peor que podemos hacer para desconectarnos del presente, trato de pausar para tener espacios de conexión y presencia. La energía vital se obstruye cuando algún asunto interior no ha sido expresado, trabajado y elaborado, por lo que también recurro al movimiento del cuerpo, a la respiración, a la escritura terapéutica -donde me doy rienda suelta a expresar todo lo que no puedo decir por aquí-, es decir que cuando te sientas atorada, bloqueada o estancada regresa al cuerpo. A veces requerimos salir de la mente por pequeños instantes para conectar con las sensaciones corporales, con el movimiento y la respiración.

Honestamente no quería escribir sobre algún tema de psicología, más conocimiento y eso, aunque te terminé hablando de las emociones, pero quería que fuera más resultado de la experiencia, en una ocasión me dijo mi terapeuta que el conocimiento es información y la experiencia es sabiduría. Así que espero haberte reflejado la complejidad de las emociones, ya que no es lo mismo estudiarlas que sentirlas, leerlas que experimentarlas y lograr autorregularlas. Es todo un proceso.

Y ahora, creo que pondré el título de nuevo…

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