Una torre vertical y municipios con experiencia
El Poder de la Pluma.
LA TORRE VERTICAL. Buenos días, queridos lectores. Iniciamos la cacería de gazapos y a temprana hora el batidor incógnito nos envía la fotografía de una publicación periodística que se distribuye gratuitamente entre el público meridano.
Al posar la vista en la imagen vemos una noticia muy singular. Bajo el título “Inversiones generarán más de 3,500 nuevos empleos” (¡ah!, esas inversiones generarán empleos nuevos y no antiguos), se informa que un nuevo hotel de la cadena Hyatt, otra torre vertical de oficinas corporativas y un moderno edificio del Consulado de Estados Unidos son los nuevos proyectos que desarrolla una empresa yucateca en el complejo mixto Vía Montejo de Mérida.
Debidamente embozado para mantener su anonimato, el sagaz batidor pregunta: ¿habrá alguna torre horizontal? Para responderle acudimos al Diccionario de la Lengua Española. El amansaburros nos da las siguientes definiciones de torre: “Edificio fuerte, más alto que ancho, y que sirve para defenderse de los enemigos desde él, o para defender una ciudad o plaza. 2. Edificio más alto que ancho, que en las iglesias sirve para colocar las campanas, y en las casas para esparcimiento de la vista y para adorno. 3. Cualquier otro edificio de mucha más altura que superficie”.
Pues, estimado batidor, no existe una torre horizontal. Ha hallado usted un pleonasmo, vicio de redacción en el que se utilizan más palabras de las necesarias. Con escribirse simplemente “torre”, sin el adjetivo “vertical”, el lector entiende que se trata de un edificio más alto que ancho.
De la bolsa trasera de los pantalones sacamos la resortera, le colocamos un buen guijarro, jalamos las ligas hasta dejarlas muy tensas, apuntamos hacia el gazapo y soltamos el cuerito; el primer disparo del día derriba la “torre vertical” y la depositamos en la buchaca.
MUNICIPIOS CON EXPERIENCIA. El contador público José Rolando Aranda Lara sigue alerta en la caza de gazapos y nos envía la imagen de una página del diario de casa. En la sección de publicidad un anuncio llama nuestra atención: “Solicito vendedor de cambaceo de muebles en municipios con experiencia”. Pregunta don José Rolando: ¿Hay municipios con experiencia y municipios sin experiencia?
No, estimado amigo, no hay tales municipios. Lo que sí hay es un vicio gramatical llamado anfibología, pues, la oración es poco clara y admite más de una interpretación. La redacción correcta sería: Solicito vendedor con experiencia para cambaceo de muebles en municipios.
¿Qué es el cambaceo? El Diccionario de la Lengua Española no registra ese vocablo. Recurrimos entonces al Internet, donde consultamos el Wikcionario libre, el cual define esa voz como el “proceso de venta que se realiza de casa en casa o de negocio en negocio”.
Concluida esta aclaración, no queda más remedio que cumplir con nuestra labor. Un disparo del tirahule se impacta con dureza en los “municipios con experiencia” y depositamos la pieza en el sabucán.
Hasta el próximo tirahulazo.