Las Áreas Naturales Protegidas (ANPs) constituyen zonas representativas de los diferentes ecosistemas y su biodiversidad, en donde el ambiente original no ha sido alterado por el hombre; por ello, se encuentran sujetas a regímenes especiales de protección, conservación, restauración y desarrollo. México cuenta con ANPs de carácter federal, y con ANPs decretadas por la autoridad local.

El gobierno del Estado de Yucatán, sustentado en la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA) y la Ley de Protección al Ambiente del Estado de Yucatán (LPAEY), tiene la atribución para decretar y administrar ANPs de carácter estatal, incluyendo porciones terrestres o acuáticas, cuya administración queda a cargo de la propia autoridad estatal a través de la Dirección de Conservación de la Biodiversidad de la Secretaría de Desarrollo Sustentable.

Según los artículos 2 fracción II y 4 fracciones I, V y XIII de la Ley de Protección al Ambiente del Estado de Yucatán, se considera de utilidad pública la conservación, protección y el manejo adecuado de los sistemas ecológicos y son facultades del Ejecutivo, a través de la Secretaría de Desarrollo Sustentable, formular, conducir y evaluar la política ambiental y vigilar su aplicación en los planes y programas que se establezcan en la materia.

Además, establecer, regular, administrar y vigilar las áreas naturales protegidas, y aplicar los instrumentos de la política ambiental previstos en esta ley, así como también preservar y restaurar el equilibrio ecológico y la protección al ambiente que se realice en bienes y zonas de jurisdicción estatal.

Tal como está dispuesto en el artículo 47 de la Ley Protección al Ambiente del Estado de Yucatán, la finalidad de establecer áreas naturales protegidas es asegurar la restauración y conservación de los ecosistemas de la entidad, donde los ambientes originales no hayan sido significativamente alterados por la actividad del hombre o requieran ser preservados y restaurados.

De esta manera, las Áreas Naturales Protegidas tienen como objetivo primordial, mantener la estructura y los procesos ecológicos que permiten una calidad ambiental adecuada y con ello un mejor nivel de vida para los pobladores de las mismas, así como salvaguardar la diversidad genética de las especies silvestres, particularmente las endémicas, amenazadas o en peligro de extinción.

Para ello, y como parte de una estrategia de largo plazo orientada a la conservación de la biodiversidad que proteja el patrimonio natural, contemplada en el Plan Estatal de Desarrollo 2007-2012 y contenida dentro del pilar de Desarrollo Regional para el Crecimiento Equilibrado, se prevé implementar la Estrategia Estatal de Biodiversidad.

En esta la consolidación del Sistema Estatal de Áreas Naturales Protegidas es uno de sus componentes principales; dando una estructura programática a la administración de ANPs, y el contexto ideal para el establecimiento de programas de preservación y restauración de los recursos naturales que éstas comprenden, para asegurar la protección, conservación y aprovechamiento sustentable.