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Mucha información ronda por las redes sociales, la web e incluso plataformas como WhatsApp. El mundo nunca había visto tantos datos volando. Aparentemente cualquiera puede sentirse reportero, aunque escriba una bola de sandeces sin medir el daño que podría estar generando, llevándonos a muchos, incluyendo a nuestras autoridades, a caer en la desinformación y compartirla generando más duda. Deseo ofrecer algunos tips para, como por arte de magia, sortear todos los inventos informativos desde distintas directrices. Todo lo que viene a continuación es basado en evidencia, no hablo bajo juicio propio sino tomando en cuenta la realidad científica; por ello, lo invito a nunca compartir cualquier mensaje que afirme:

El COVID 19 es un arma biológica creada; es una pantalla del gobierno para ocultar la problemática real; es una gripe y no pasa nada; en los hospitales están matando a los pacientes para hacer creer que sí hay una pandemia; se usa el “líquido de las rodillas”; realmente no es tan grave; el virus tiene relación con la tecnología 5G; ya existe una cura y vacunas terminadas; ya hay medicamentos para tratar al Covid y son efectivos; hay más probabilidades de que te dé si eres anciano o tienes factores de riesgo; genera inmunidad ilimitada; la curva se está aplanando; los cubrebocas no sirven.

Como segundo rubro, debemos calificar la información por medio de un descarte, para ello, he tomado información de la agencia de consultoría de inteligencia de análisis de riesgo OSINT Latinoamérica y la he combinado con algunos criterios que elaboré en conjunto con el psicólogo Augusto Canto:

Es muy importante que si iniciamos la lectura de una información sigamos hasta el final, no solamente compartamos por el título, incluso en artículos de un supuesto periódico conocido; observemos con atención si hay verbos absolutistas, por ejemplo "Italia DERROTA al virus...", o frases como "nos han mentido", "las élites buscan “, “el PRIAN”. Claramente ningún científico y menos del área de la salud hablaría así.

Ya adentrado en la información, mira bien si repiten lo mismo dos o más veces, si es así,duda del mensaje, lo mismo debes hacer si no hay una fuente investigable y verificable. Otra forma clara de desechar una información es que no contenga el nombre de un autor, que esté escrito por “la redacción” y que además de lo anterior diga “comparteesto…", o "difunde". Siempre intenta buscar la fuente original.

Por ahí también salen varias publicaciones que usan dos errores comunes en la información falsa, el típico “un estudio dice”o “la universidad tal dijo”, pero no mencionan al final la bibliografía y, peor, los que dicen que ese mensaje fue escrito por un importante investigador, si así lo fuera, él usaría un método relevante como un artículo científico y no un WhatsApp. Los últimos cuatro tips son muy básicos: si te lo cuentan como chisme, si tiene varias faltas de ortografía, si la fuente es YouTube o un video transmitido por redes sociales, duda del mensaje, y, por supuesto, ten cuidado, pues a veces nuestros prejuicios y creencias pueden influir en la lectura.

 

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