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Estamos a días de terminar otro ciclo, otro año. Uno que resultó con tantos cambios y no solo de gobierno, sino de ajustes en la cartera, en los amigos y familia; muchos se fueron y los extrañaremos, muchas cosas también perdimos y anhelaremos, grandes oportunidades dejamos pasar, pero, por suerte, la vida es una magia sin tiempos, siempre y cuando nos enfrentamos a ella con una sonrisa, la herramienta de los valientes, porque no importa qué haya pasado durante este año, tendremos otros 365 días más para aventurarnos en nuevas posibilidades, oportunidades y sueños.

Tenemos aún tiempo para acabar bien el año, terminar con las tontas peleas que haya entre amigos, vencer los conflictos mentales, disfrutar a la familia que nos queda y, si por desgracia y pena ya no la tenemos, estamos frente a la posibilidad de encontrar a una nueva en los amigos, vecinos o cualquier persona con corazón y resulta ser que todos tenemos uno.

La Navidad si bien empezó como una fiesta religiosa que ahora tiene un tinte materialista, no pierde esa esencia del amor, de la convivencia familiar, de las “posadas” con amigos. Es un gran tiempo para el reencuentro, para acercarte a quienes tienes lejos. Es un día para ignorar los problemas que hubo durante todo el año, entregarlos al Señor, a Buda o al universo si no eres creyente y vivir en armonía las cosechas de tu año.

Y si tu familia está lejos y se te dificulta verlos, no te achiques, pues estoy seguro que alguien ya te ha extendido la invitación para ir a su casa y, si fue así, tómale la palabra para acudir aunque sea unos minutos, pues esa persona te abre casa y corazón. Cerremos este ciclo con la oportunidad de ser mejores, de cambiar mentalidades y de enviarle un mensaje a esa persona que tan mal nos cae deseando una muy feliz Navidad y un próspero 2019.

Y es con esto, amigo lector a quien tanto aprecio sin quizá ni siquiera saber que me lees, que aprovecho desearte una muy feliz Navidad, en donde el verdadero deseo de cualquier ser humano: el amor, se pueda hacer realidad en encuentro con tus seres queridos que compartirán la noche de mañana contigo. Les deseo fantasía, porque una persona nunca debe dejar de ser el niño interno, nunca debe dejar el asombro y la ilusión de un mejor futuro, pues en el deseo y la lucha se encuentra el logro y en el logro el reto de encontrar nuevamente algo mejor.

La Navidad es mágica, produce una locura en la gente, los tornillos se zafan y los coches se atraviesan por las calles para llegar a tiendas abarrotadas de gente para conseguir un regalo para entregar y ese regalo es a su vez cariño y aprecio al final de cuentas y si amaste durante este año a alguien y la economía no te permite entregarle algo material, recuerda que lo principal ya se ha hecho, pues un detalle no cambiará las acciones y alegrías que durante un año le has podido dar. Muy feliz Navidad a todos.

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