Vidas de papel: nuevo drama turco de Netflix
El Poder de la Pluma.
La plataforma Netflix ha tenido muy buenos resultados en los últimos años, las nominaciones no se han hecho esperar, claro está que algunos títulos son merecedores de éstas, sin embargo, muchos más no lo son, aunque eso no significa que no nos puedan hacer pasar un buen rato. Además, dada la situación a la que se enfrenta el mundo de la cinematografía, la plataforma se ha convertido en el punto principal para ver largometrajes.
Es por eso que hoy le toca el turno a una producción más de Netflix, la cual lleva el título de Vidas de papel, una película que llega a nuestras pantallas desde Turquía y bajo la dirección de Can Ulkay, cineasta también conocido por haber realizado Ayla: la hija de la guerra, éste un drama que aborda el periodo histórico de la Guerra de Corea. En esta ocasión Ulkay trabaja con Çagatay Ulusoy, quien es un rostro bastante conocido en Turquía y, debemos decir, también cada vez más en Occidente.
Este largometraje nos cuenta la historia de Mehmet, quien es un hombre que trata de llevar su vida de la mejor manera posible, incluso con una grave enfermedad que lo aqueja. El protagonista es el encargado de dirigir un depósito de residuos en la ciudad de Estambul, en Turquía. Todo va de manera normal, hasta que su vida da un vuelco cuando se encuentra en el lugar con un niño abandonado. Mehmet toma la decisión de hacerse cargo del menor, convirtiéndolo de esta forma en su nuevo compañero de vida. Sin embargo, esta tarea no será nada sencilla, ya que, durante este viaje, tendrá que enfrentarse a sus traumas de la niñez.
En las críticas sobre Vidas de papel nos encontramos de todo, si bien no es un filme que brille en el apartado artístico y que seguramente no figurará en las listas de premiaciones, sí nos presenta una historia de buenas intenciones que invita a reflexionar y que busca inundar de emociones el pecho de los espectadores, llegando a veces a abusar de este recurso.
Las actuaciones no son nada a lo que debamos hacerle menciones honoríficas, pero sí lo suficientemente buenas para lo que se cuenta, lo mismo sucede con el guión.
Como mencioné, la película se desenvuelve de una manera bastante sensible y hace pensar al espectador que ha podido adivinar el final, todo esto cambia cuando al cierre de la historia se nos presenta una sorpresa (que puede sentirse poco natural) que nos hará replantearnos todo lo que hemos visto.
Agrégala a tu lista si lo que quieres es pasar un momento que te haga poner uno que otro sentimiento a flor de piel.
Calificación: tres estrellas