Aunque parezca lo contrario, la confirmación por un tribunal federal (el Quinto Unitario de Circuito del Centro Auxiliar de la Tercera Región con residencia en Guanajuato) del auto de formal prisión puede significar la pronta puesta en libertad del general de División (y coacusados) Tomás Ángeles Dauahare.

El fallo era previsible, toda vez que se sustenta en las endebles “pruebas” (en realidad testimonios de oídas) aportadas por la PGR del calderonato en su averiguación previa.

Así, por fin, la defensa del militar de mayor jerarquía (ex subsecretario de la Defensa) que ha sido llevado a la cárcel por supuestos vínculos con el narcotráfico podrá presentar un “incidente de libertad por desvanecimiento de datos”.

Y es que, vaya paradoja, una magnífica lima para irle quitando rejas a la prisión en que se mantiene al divisionario es un oficio de la propia PGR, donde se admite que no hay más diligencias ministeriales que puedan corroborar los dichos del delincuente confeso que fue usado como “testigo protegido” para encarcelar al general...