Stephani Blanco/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Carlos Mariscal, el co-fundador de la plataforma Iorni, es cancunense de corazón, pero nacido en Chihuahua y desde 2013 inició la aventura para crear su empresa y su aliado fue la tecnología para desarrollar una plataforma, en la que permite que otros registren sus negocios y con ello impulsar la economía local.

El egresado de la Universidad del Caribe de la carrera de Negocios Internacional, tomó sus conocimientos junto con uno de sus mayores pasiones, viajar, para crear una plataforma que permitiera que empresas locales de diferentes destinos puedan promocionarse a través de internet.

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Desde hace 19 años salió de la tierra que lo vio nacer, junto con su madre, para llegar a Cancún, ciudad que más adelante le dio la oportunidad de iniciar un negocio y a sus 29 años, ya les da empleo a más de 15 personas.

¿Cómo nace la idea de un proyecto que tomó cuatro años para verlo nacer?

En los viajes que realicé me di cuenta que existen muchas personas locales que ofrecen las atracciones de sus ciudades, recomiendan tours y no precisamente son agencias de viaje, fue ahí cuando me di cuenta que había un nicho de mercado que no estaba atendido y que podían ganar un recurso económico extra si pudiera promocionarse, así es como nace la plataforma.

Comencé con una versión BETA que pude llevar a un concurso nacional, Posible, en el que había más de 100 mil proyectos, y aunque no imaginé quedar seleccionado, las probabilidades crecieron cuando llegó el panel regional y quedaron 100, entre ellos yo.

Presenté mi proyecto 100% cancunense y aunque pude conectar a inversionistas interesados, tuve que rechazar la propuesta ya que buscaba que fuera la idea quedara en la ciudad.

¿Cuál fue el proceso para concretarlo?

Es largo, ya que fue pensado desde diciembre de 2013 y para pulirlo y crear el primer registro que pasó desde elegir el nombre adecuado, del que tenía más de 10 nombres, hasta que un día en la noche desperté y decidí uno. Tardó más de cuatro años en poder tener la plataforma, pero ahora ya está y lo más importante es que genera un beneficio desde una derrama económica hasta empleos.

La diferencia es que es un espacio en el que las personas administran su propio negocio que permite conectar a los que la visitan con experiencias únicas que generan fuentes de empleo.

Tuve la suerte de que en mi camino cruzó Perla Aguilar, mi socia, y así concretar la plataforma que fue lanzada este año y que ya tiene presencia en 25 estados de la República y promocionan más de 500 actividades, tan sólo de Cancún son 200 actividades que ofrecen tradiciones mayas que son importantes como la Ruta del Chicle.

¿Cómo calificas la experiencia de concursar a nivel nacional?

Ingresar el proyecto fue positivo y aunque nunca creí que sería elegido, ya que son muchos, nunca deje de creer en el proyecto y en este caso tener un espacio en el que conozcan lo que estás haciendo es reconfortable, al final gustó y pasó por diferentes filtros.

En el proceso recibí un e-mail en el que decía “fuiste elegido y vienes al campamento a la Ciudad de México”, estuve una semana en la capital participando con mentores e inversionistas y convivir con estas personas fue lo más enriquecedor, ya que son personas que tienen visiones similares de crear algo para generar impactos positivos.

¿Cuáles son los siguientes pasos para mantenerse en la era tecnológica?

Las metas son a corto y mediano plazo, ya que a diciembre buscamos sumar a más personas y llegar a mil actividades, que no solo son promociones sino más suma de empleos y derrama para los destinos.

A largo plazo ya buscamos tener una segunda versión de la plataforma que tengan más características como lo demanda los avances tecnológicos.