Cora Vs. Luis, duelo de genes tricolores
En la batalla por la diputación federal correspondiente al segundo distrito.
En la batalla por la diputación federal correspondiente al segundo distrito –con cabecera en Chetumal, capital del estado– el destino enfrenta a dos pesos completos formados en la universidad priista: la ex alcaldesa Cora Amalia Castilla Madrid y el alcalde Luis Torres Llanes, quien ayer se alejó de la silla de sus desvelos.
En esta zona de combate chocarán dos políticos con enorme y positiva trayectoria política y burocrática, aunque eligieron caminos opuestos y las fuerzas que los postulan soportan y disfrutan condiciones novedosas.
Cora Amalia Castilla Madrid es candidata de la coalición encabezada por el PRI y reforzada por el Verde Ecologista y Nueva Alianza; maltratada por el ex gobernador Roberto Borge –una bendición en estos tiempos–, Cora Amalia se libró de la lluvia de inmundicias que condenó a un puñado de colaboradores del último gobernador postulado por el Tricolor.
La ex delegada del Issste defenderá el cetro para su partido, intentando conservar su condición de invicto en este distrito en condiciones nada tersas y hasta amenazantes; los priistas saben que corren peligro porque la gubernatura ya no les pertenece.
Su motivado retador es el ex priista Luis Torres Llanes, quien zarpa con vigor político por una proeza compartida con el gobernador Carlos Joaquín González, ya que en la gesta de 2016 le arrebató al Tricolor la capital por vez primera en nuestra historia.
Desde que ocupó la silla municipal Luis Torres fue seducido por la diputación federal que pronto perseguirá en una campaña donde no se permiten los excesos de confianza que a tantos han derrumbado.
Luis Torres no pierde de vista a la candidata morena Patricia Palma Olvera, una mujer que apenas se asoma al cuadrilátero partidista y que cuenta con envidiable presencia en el sur; la lideresa local barzonista disfrutará el efecto del huracán AMLO que altera escenarios, por lo que se planta como desafiante retadora que puede complicar la travesía de sus dos adversarios.
El encontronazo en el segundo distrito concentra a tres candidatos autorizados políticamente para competir, ya que abundan los competidores que a duras penas dominan el alfabeto y las tablas de multiplicar.