Nutriéndose de la imagen y popularidad del presidente Andrés Manuel López Obrador, las denominadas “Redes Sociales Progresistas (RSP)” -nuevo embrión partidista de la polémica (¿ex?) lideresa magisterial, Elba Esther Gordillo- están engordando su estructura en Quintana Roo a costa de Morena, vendiéndose entre ciudadanos incautos como una extensión del partido guinda y un aliado de la 4T.

Con la venia del INE en la mano, el feto de las RSP está contando los días para nacer como partido político y empoderar de nueva cuenta a la claroscura figura de “doña perpetua”, cuyo pasado lleno de excesos y corrupción fueron perdonados después de haber sido encarcelada durante la administración del priista Enrique Peña Nieto, por el presunto desfalco de más de 2 mil millones de pesos al sindicato magisterial del que era presidenta vitalicia.

Absuelta y rejuvenecida a pesar de su avanzada edad, la astuta Elba Esther, quien empezó a tomar el control de las Redes desde prisión, concretó su misión apenas salir, pero sin cambiar un ápice su modus operandi: instaló en la dirigencia nacional a su yerno Fernando González y su nieto René Fujiwara, y en las coordinaciones estatales a sus incondicionales egresados del SNTE.

En Quintana Roo, colocó a la conocida (por sus derrotas electorales y sindicales) maestra Elda Xix Euán, quien fuera cercana amiga de su hija, Mónica Arriola Gordillo, cuando esta vivía. Cabe señalar que con esta acción, Elba Esther fracturó la estructura estatal ya que una parte de ella fue levantada por el experimentado ex líder magisterial Florentino Balam Xiu, quien se hizo a un lado junto con buena parte de los pioneros de las RSP en la entidad.

La pérdida de cuadros valiosos poco importó para los fines inmediatos de las Redes, que empezaron a capitalizar adeptos principalmente del magisterio, aprovechando el descontento que priva en el gremio con el genuflexo SNTE y la nostalgia por el pasado -por corrupto que haya sido-, pero también está arrebatando simpatizantes a Morena, parasitándolo desde dentro.

Esto obligó una reacción del partido obradorista que, a través de su sitio de internet y de sus redes sociales, está informando a los quintanarroenses que las RSP de Gordillo no tienen nada que ver con Morena, que no son iguales, ni son lo mismo… dicen.

Y pues sí, con aliados como estos, ¿para qué quiere Morena enemigos?