La deuda de México, en su medida más amplia, aumentará el siguiente año como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB), en medio de una política monetaria más dura a nivel internacional y la solicitud de un techo de endeudamiento que nunca antes se había visto. Según el Paquete Económico 2023, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anticipó que el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (Shrfsp), la deuda en su medida más amplia se ubicará en 49.4% del PIB. Lo anterior representa un incremento respecto a la estimación que el propio Paquete Económico 2023 realiza para este año, de una deuda en 48.9% del PIB.

James Salazar, subdirector de análisis económico de CIBanco, explicó que el incremento de la deuda se debe a la solicitud de techo de endeudamiento que hizo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, de poco más de 1.1 billones de pesos en cuestión de deuda interna, mientras que para deuda externa fue de 5,500 millones de dólares.

Este techo de endeudamiento llama la atención no por el tamaño del monto solicitado, sino por la manera en que el gobierno ejerce los recursos del presupuesto, que se van principalmente a programas y proyectos prioritarios.

Lo propuesto en el paquete económico es que, en el 2023, se destine 10% de los casi 8.3 billones de pesos de gasto a los programas y proyectos prioritarios como la Pensión para el Bienestar de los Adultos Mayores, el Tren Maya, Jóvenes Construyendo el Futuro y el Istmo de Tehuantepec, entre otros.

En total, el gobierno pide que la Cámara de Diputados apruebe un gasto de 836,451 millones de pesos para el próximo año.

Se incluyen 16 programas sociales prioritarios para 2023, que tendrán un presupuesto total de 600,321 millones de pesos, y a las obras prioritarias el gasto que se les va a destinar 236,130 millones de pesos.

“En el 2022, el Shrfsp permanecerá en 48.9% del PIB y para el 2023 y hasta el cierre de la administración se mantendrá cercana a 49.4% del PIB. De haber continuado con la misma política y tendencia de endeudamiento de administraciones anteriores, la deuda en 2022 sería casi 10 puntos porcentuales más alta y se ubicaría en 58.6% del PIB”, destacó la dependencia a cargo de Rogelio Ramírez de la O.

La SHC destacó que el nivel de endeudamiento de México está abajo del promedio de los países de la organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de 95% del PIB. “(También) está debajo del grupo de economías emergentes (67% del PIB), incluso menor que el promedio de endeudamiento de los países latinoamericanos (72% del PIB), después de la peor crisis económica internacional provocada por el Covid-19”, agregó la dependencia.

Al interior de los Criterios Generales de Política Económica 2023, este sexenio cerraría con una deuda arriba del nivel en que la recibió en 2018, al término de la administración de Enrique Peña Nieto. Según proyecciones, la deuda en su medida más amplia continuaría en un nivel de 49.4% en el 2024, cuando llegue la nueva administración. Este nivel sería superior al que se reportó en el 2018, cuando el gobierno saliente dejó la deuda en un nivel de 44.9% del PIB.

El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) señaló que el Paquete Económico 2023, en especial el rubro de la política de deuda, no contempla la transición demográfica en el país.

“La política de deuda pública para el período 2023-2028 no contempla los retos que representan la transición demográfica y la creciente demanda presupuestal por pensiones, costo financiero de la deuda y gasto federalizado. Dadas las presiones que éstas generan, tampoco es responsable con las futuras generaciones”, señaló el centro.

Según lo propuesto en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2023, el próximo año seis de cada 10 pesos se destinarán al costo financiero de la deuda, el gasto federalizado, y pensiones, reduciendo el margen del gobierno para hacer política pública.

“Ante un escenario con más adultos mayores y me[1]nos trabajadores, un creciente saldo y costo financiero de la deuda e ingresos petroleros comprometidos, la inequidad intergeneracional sigue pendiente de re[1]solverse”, agregó el CIEP.

Hacienda anunció el viernes pasado que para el cuarto trimestre incorporará a su programa regular de subastas de deuda gubernamental un nuevo plazo de Certificados de la Tesorería (Cetes) a dos años.

Dijo en un comunicado que para el cuarto trimestre de 2022, vigente a partir del 4 de octubre de 2022, se incorpora al programa de Cetes el nodo de dos años.

Hacienda informó que los Bonos de Desarrollo del Gobierno Federal (Bondes F) se subastarán cada semana con los nodos de 1, 2, 3 y 5 años de forma quincenal y los nodos de 7 y 10 años de forma mensual.(No se utilizará el esquema de vasos comunicantes).

Para los Bonos M, que se subastarán todas las se[1]manas del trimestre, los montos promedio a subastar aumentarán respecto al trimestre anterior en casi todos los nodos de la curva, la excepción es el nodo de 10 años, cuyo monto promedio a subastar permanecerá sin cambios respecto del tercer trimestre.

En los Bonos de Desarrollo del Gobierno Federal denominados en Unidades de Inversión (Udibonos), respecto al trimestre anterior, aumentará la emisión para los nodos de 3 y 10 años y disminuye para el nodo de 20 años, mientras que el monto promedio a subastar para el nodo de 30 años permanece igual. Estos también se subastarán todas las semanas del trimestre.

Los rangos a subastar este trimestre serán de entre 0 y 20 mil mdp semanales para todos los plazos. El monto a colocar en las siguientes subastas de Cetes se dará a conocer semana a semana por medio de las respectivas convocatorias a través del Banco de México.

El monto promedio a subastar de Bondes F disminuye respecto al trimestre anterior para todos los nodos de la curva. Los nodos de 1, 2, 3 y 5 años se subastarán por mil, 800, 600 y 500 mdp de forma quincenal, respectivamente. Mientras que los nodos de 7 y 10 años se subastarán por 500 mdp, cada uno, de forma mensual.