Banco de México prevé que el ciclo alcista está por terminar

El jueves pasado el Banco de México incrementó en 25 puntos base su tasa de interés de referencia y con ello el ciclo alcista está muy cerca de terminar...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El jueves pasado el Banco de México incrementó en 25 puntos base su tasa de interés de referencia y con ello el ciclo alcista está muy cerca de terminar, sin embargo, los riesgos siguen presentes, de acuerdo con analistas consultados por El Economista.

Humberto Calzada, economista jefe para América Latina en Rankia, comentó que si bien siguió el incremento en la tasa, “el tono es poco menos agresivo” y precisó que fue el menor aumento desde noviembre del 2021, pues obedece a que está cediendo la inflación.

“Desde nuestra perspectiva, la tasa de interés podría cerrar el año entre 11.50 y 11.75%, aunque dependerá de las condiciones. La postura del banco central mexicano es acomodaticia y también nos dieron muchas pistas de lo que vendría en la siguiente reunión”, dijo.

Comentó que si la inflación sigue desacelerándose el Banco de México aumentaría otros 25 puntos base a su tasa de interés. “Creemos que seguirán con la alza de la tasa, pero a menor ritmo (...) podríamos ver un par de incrementos de un cuarto de punto porcentual cada uno”.

Víctor Gómez Ayala, catedrático de economía en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), prevé que la Junta de Gobierno del banco central aumente en 25 puntos base la tasa, como máximo, en las dos siguientes reuniones.

Gómez Ayala explicó que lo que cambiaría la magnitud de los incrementos sería una sorpresiva presión inflacionaria o que el riesgo de recesión se incremente y con ello se anticipe el fin del ciclo de alza de tasas.

Un análisis de la casa de bolsa Valmex prevé que habrá otro incremento de 25 puntos base en la tasa el próximo 18 de mayo para ubicarse en 11.50 por ciento. Este nivel podría ser el fin del ciclo alcista aunque todo dependerá de la evolución de los datos.

Por su parte, un análisis del banco Ve por Más (Bx+) puntualizó que la guía futura de Banco de México fue más abierta que en febrero, pues la Junta de Gobierno reveló que tomará su próxima decisión en función del panorama inflacionario, considerando la postura monetaria ya alcanzada.

Costo financiero se disparó 47% en el primer bimestre

En medio de las altas tasas de interés que mantienen los bancos centrales alrededor del mundo, el costo financiero de la deuda se disparó en el primer bimestre del año e, incluso, resultó mayor al que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) había proyectado para el periodo.

De acuerdo con el Informe de Finanzas Públicas y la Deuda Pública a febrero, el gobierno federal destinó 150,095 millones de pesos al pago del servicio de la deuda, lo que resultó 47.4% mayor al del año pasado.

Además del aumento sustancial del costo financiero, éste resultó mayor en 8,550 millones de pesos a lo que la Secretaría de Hacienda tenía proyectado para los dos primeros meses del 2023. Desde el año pasado, los altos niveles de inflación a nivel mundial llevaron a que los bancos centrales incrementaran sus tasas de interés a niveles no vistos para tratar de contener la inflación.

En nuestro país, el Banco de México, a cargo de Victoria Rodríguez Ceja, ha llevado su tasa de interés a niveles históricos. Apenas este jueves la Junta de Gobierno del banco central decidió incrementar otros 25 puntos base la tasa, para llevarla a 11.25 por ciento.

Lo anterior presionará el gasto en el costo financiero ya que Hacienda preveía que la tasa de interés se ubicara alrededor de 8.50% al cierre de este año, algo que ha sido superado. De acuerdo con Gabriel Yorio, subsecretario de Hacienda, por cada 100 puntos base más de lo estimado por ellos en la tasa de interés, el costo de la deuda aumentará entre 20,000 y 30,000 millones de pesos.

El informe de Hacienda mostró que, en el primer bimestre del año el gobierno realizó un gasto público por 1 billón 211,036 millones de pesos, lo que resultó en una disminución de 3.5% en comparación con el mismo periodo del año previo.

Esta disminución vino acompañada de un subejercicio, es decir, de dinero que estaba presupuestado para el periodo pero que el gobierno no ejerció. Dicho subejercicio fue por 204,896 millones de pesos.

“Al cierre de febrero, el gasto neto del Sector Público ascendió a 1 billón 211,000 millones de pesos. Al interior, destacó que 52.5% del gasto en desarrollo social fue destinado a políticas de protección social”, subrayó la Secretaría de Hacienda.

Al interior, se observó que fue el gasto programable el que presentó una disminución de 8% en comparación anual, con recursos ejercidos por 820,029 millones de pesos. En tanto, el gasto no programable, sin considerar el costo financiero, reportó 240,911 millones de pesos, un crecimiento de 1.9 por ciento.

“Se registró un déficit presupuestario de 101,269 millones de pesos y un superávit en el balance primario presupuestario de 48,827 millones de pesos, comportándose favorablemente respecto a lo anticipado. Finalmente, los Requerimientos Financieros del Sector Público, se ubicaron en 135,116 millones de pesos”, dijo la dependencia.

Fueron 87,500 millones de pesos menor a lo esperado, los ingresos públicos continuaron por debajo de lo programado. Los ingresos presupuestarios reportaron, en el primer bimestre del año, un crecimiento positivo pero continuaron por debajo de la recaudación esperada en el periodo. De acuerdo con el Informe de Finanzas Públicas y la Deuda Pública a febrero, los ingresos presupuestarios sumaron 1 billón 109,768 millones de pesos, un crecimiento de 4.4% anual.

Además, es el mayor crecimiento que se observa para un periodo similar desde el 2020, cuando los ingresos crecieron 6 por ciento. “Los ingresos públicos mantienen un buen desempeño, lo que refleja la fortaleza de la economía nacional”, destacó Hacienda.

Pese al buen desempeño de los ingresos, éstos se ubicaron 87,500 millones de pesos por debajo de lo programado, principalmente por una menor recaudación del lado petrolero.

En el detalle del informe se observó que la disminución del precio del petróleo tuvo efectos diversos en los ingresos presupuestarios, principalmente en los petroleros y en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas.

Las cifras de Hacienda mostraron que, en el primer bimestre, los ingresos petroleros sumaron 159,632 millones de pesos, 2.4% más a tasa anual. Sin embargo, pese al crecimiento, la recaudación petrolera quedó 90,605 millones de pesos por debajo de lo programado, ante la caída en los precios de los hidrocarburos.

En contraste, del lado de los ingresos tributarios esta caída ha tenido un efecto positivo al disminuir la pérdida fiscal generada por los estímulos al precio de la gasolina, lo cual hizo que el año pasado la recaudación de IEPS a combustibles estuviera en terreno negativo.

De esta manera, los ingresos que se obtienen por el pago de impuestos de los contribuyentes sumaron 741,484 millones de pesos entre enero y febrero, lo que representó un aumento anual de 4.2 por ciento. El ingreso por el pago de impuestos tampoco cumplió con su meta y se ubicó en 31,688 millones de pesos por debajo de ésta.

 

Lo más leído

skeleton





skeleton