¡Basta de simulación!
El pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, mujeres quintanarroenses pusieron de manifiesto...
El pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, mujeres quintanarroenses pusieron de manifiesto en las calles del estado el hartazgo por la falta de justicia verdadera, por la simulación y la corrupción en la que se ven envueltas las dependencias encargadas de impartir justicia hacia las mujeres.
En los 11 municipios del estado, miles de mujeres se manifestaron y no pudieron contener su enojo porque las autoridades, que se supone deben velar porque sus derechos sean protegidos y respetados, están en contra de ellas.
Movilizaciones multitudinarias tiñeron de morado las calles, en defensa y lucha por los derechos tan básicos, como los derechos humanos.
Con pancartas, consignas, pintas y gritos, las manifestantes exigieron un alto a la violencia contra la mujer y mejores condiciones de vida para las quintanarroenses que sufren día a día en todos los ámbitos de la sociedad.
Las mujeres casi no tienen escapatoria, pues padecen desde violencia económica, psicológica, emocional, física y violencia y acoso sexual; ni en el mundo virtual están a salvo, ya que sufren violencia digital, que incluye el ciberacoso, sexting o el doxing.
Desde luego, lo más grave es el feminicidio, que no es para nada un fenómeno ajeno para Quintana Roo, aunque las autoridades muchas veces traten de ocultar o maquillar los altos índices de este delito en la entidad.
Las mujeres son víctimas, además de delincuentes, tanto de integrantes de organizaciones criminales como de jueces corruptos.
Los primeros operan mediante la trata de personas, quienes obligan a las mujeres y niñas a prostituirse, bajo amenazas de muerte de ellas o de sus familiares, y, por otro lado, a los jueces no les importa demostrar abiertamente su machismo, y el favoritismo hacia los hombres violentadores.
El mes de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer en todo el mundo, para hacer conciencia sobre la importancia de empoderar a las mujeres en todos los entornos, proteger sus derechos y garantizar que éstas puedan alcanzar todo su potencial en la sociedad.
Sirve para visibilizar la desigualdad y discriminación que aún viven en todo el mundo, así como hacer efectivos sus derechos.
Porque las mujeres la tienen más difícil, cuando en todos los flancos son atacadas y no parece haber ni una pizca de misericordia por parte de las autoridades, y mucho menos de los victimarios.
Los esfuerzos de las autoridades han sido en vano, y no son suficientes cursos de capacitación, talleres, y tampoco basta con encender luces moradas en los edificios públicos para acabar con la violencia hacia las mujeres, sino que hace falta una verdadera transformación, como la iniciada en noviembre de 1910 en México, para que las cosas cambien.
¿Continuará la simulación cuando llegue a la presidencia de la república una mujer?