En mal momento, justo cuando se apresta para su campaña a diputado federal, el alcalde capitalino Luis Torres Llanes es demandado ante la Fiscalía General del Estado. Claro que solo los tribunales podrán definir quién tiene la razón, pero el escándalo es un hecho.

El 5 de noviembre del año pasado comentamos aquí que el empresario Sergio Zapata Vales señalaba a funcionarios del ayuntamiento que todavía encabeza Luis Torres Llanes por bloquear un proyecto de agua purificada entubada –que nadie, menos la CAPA, provee en el estado– en el suburbio chetumaleño Calderitas sin otro argumento más que el falaz de que la empresa Más Allá de tus Expectativas pretende privatizar la provisión de agua potable que brinda el organismo operador en el sitio, ya que se trata de productos muy distintos: uno entregaría agua apta para beber mientras el otro lo hace para todo uso doméstico, excepto el consumo humano.

Advertimos de una inminente denuncia penal; esto ya sucedió. Los posibles delitos son coalición indebida, negligencia en el desempeño de función o cargo, aprovechamiento ilícito del poder, abuso de autoridad y lo que resulte. La querella ya fue interpuesta ante la Fiscalía General del Estado. Ya no es, como se decía en una guerra sucia supuestamente promovida por el alcalde, pura palabrería de un empresario que quiere instaurar en Othón P. Blanco una empresa.

Funcionarios municipales de segundo plano y medio pelo, además del director de la CAPA, están demandados ya, pero lo más grave para la coalición PAN-PRD –a la que estas elecciones concurrentes se suma MC– pudiera ser que uno de sus emblemas, o por lo menos alguien que aprovechó el arrasador paso de Carlos Joaquín González en su histórica campaña hacia la gubernatura probablemente será una sospecha de corrupción y mal gobierno para cuando el mandatario encare el segundo tercio de su gobierno y la elección intermedia de 2019.

Y la cosa no para ahí porque hay delitos federales de los que pronto se enterará la PGR.

Esperemos que las aguas vuelvan a su nivel, pero no parece que sucederá pronto ni fácil. Ya lo dirán los jueces.