Fue esta frase de la recién estrenada presidenta Ana Paty Peralta que resumió lo que pasa en Benito Juárez desde el lunes: “Hoy no cambiamos de Gobierno, sino continuamos una nueva etapa de la administración 2021-2024, y del gobierno que desde el 2018 sembró la semilla de la Cuarta Transformación”. En efecto: en el fondo, todo sigue igual; probablemente varíen ciertas formas porque existen los estilos propios, pero la ruta se mantiene.

“El Gran Proyecto no se toca”, aseguran quienes conducen el destino del municipio donde nació y creció el proyecto de la ahora gobernadora, incluida la ex encargada de despacho Lulú Cardona en sus más de 200 días de trabajo frente al Ayuntamiento. Pasó la prueba y cumplió con creces.

El caso es que aflora la continuidad: “Con mi amiga, la gobernadora, tengo fuertes lazos de unidad. Nos une el sentido de la responsabilidad y el trabajo honesto. Nos une la sensibilidad para comprender lo que le duele a las personas y el compromiso para construir una mejor realidad. Nos une el amor por Cancún. Nos une la lucha para hacer de la política un verdadero servicio a nuestra comunidad, nos unen los principios de la 4T, proyecto visionario del presidente de todos los mexicanos; el licenciado Andrés Manuel López Obrador”.

 A la continuidad, pues, en los ámbitos local, estatal y nacional.

Algo más: a dicho plan evidente de continuidad lo respalda una alianza que va más allá de los partidos. Por eso le dijo Ana Patricia Peralta: “Me comprometo a implementar el nuevo decálogo de principios y valores del nuevo gobierno al que has convocado.
Hoy me presento ante ustedes como la mujer responsable de dar continuidad a lo que todas y todos elegimos cuando nuestra gobernadora encabezó la opción que se convirtió en el inicio de la Cuarta Transformación en Cancún y desde ayer en todo Quintana Roo”.  

La pregunta es para qué sirve la continuidad. Desde luego, garantiza la concordia política, el seguimiento a los trabajos administrativos que ha dado premios nacionales, la gestión expedita ante las instancias y la conclusión de las megaobras que transforman Cancún. No dar continuidad, por ejemplo, supondría un caos. Esa es la importancia de una tersa continuidad, no solamente en el discurso.