Carlos contraataca y defiende sus intereses

Parece que al ex gobernador Carlos Joaquín no le bastó con arremeter, denunciar y desprestigiar...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Parece que al ex gobernador Carlos Joaquín no le bastó con arremeter, denunciar y desprestigiar a su antecesor, Roberto Borge, sino que ahora dirige sus baterías para atacar a su sucesora, Mara Lezama. Parece que no le fue suficiente aumentar la inseguridad en el estado hasta llevarlo al límite que, todavía hoy, padece la entidad. Y parece que tampoco le importa haber dejado a Quintana Roo al garete y entregarlo en manos ajenas durante su sexenio.

No, no le bastó, y ahora, aquel que encabeza la embajada de México en Canadá, contraataca al activar a sus aliados del PAN para acometer la estrategia de seguridad implementada por el actual gobierno del estado.

Y es que, según su ex vocero y actual alcalde de Cuajimalpa, Carlos Orvañanos, los diputados panistas habrían comenzado una campaña para desacreditar los resultados de la administración estatal de Quintana Roo.

El colmo es que Joaquín González habría utilizado a su ex secretario de seguridad, Alberto Capella, para desestabilizar los municipios de Cozumel, Solidaridad y Chetumal. Sí, a Capella, aquel que –dicen- le abrió la puerta a los malos desde su polémico “Mando Único”, creado, según se denunció, para ser la única instancia en tratar y negociar con la delincuencia, haciendo a un lado a las policías municipales, tratándolas como “estorbos”.

Esta (Capella) fue una de las manos ajenas en las que Joaquín González depositó el gobierno, mientras que él viajaba y vivía en su natal Yucatán. Eso es vox populi y constatado a través de medios de comunicación.

De acuerdo a MVS, en mayo pasado, Capella, quien en ese momento formaba parte del equipo de seguridad de la candidata panista a la presidencia Xóchitl Gálvez, fue señalado por lanzar una operación destinada a socavar la gestión de Lezama y el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Uno de los episodios más controversiales involucró la difusión de un video a través de WhatsApp, el cual anunciaba la llegada de un supuesto grupo de choque a Cozumel y Chetumal. Sin embargo, esta información resultó ser falsa, evidenciando las tácticas utilizadas en este conflicto político”, revela el medio de comunicación.

¿Qué es lo que busca Carlos Joaquín? ¿Acaso pretende contraatacar, luego de que Mara Lezama ha sacado al descubierto una ligera embarradita de todas las linduras de su antecesor, que, repetimos, durante seis años se negó a trabajar? Y peor aún: ¿Se atreve a señalar acciones de inseguridad del actual gobierno, cuando en su gestión privó la violencia?

La misma gobernadora lo dijo en su toma de protesta. En aquel momento Mara señaló que recibía un gobierno luego de que la población había sido aventada al garete durante la gestión anterior, lo cual seguramente ardió al ex mandatario.

Y más tarde, la misma Lezama informó que el C5 de Cancún fue entregado con una gran deuda y con equipo obsoleto e inservible. Este complejo de seguridad sería la obra insigne de Carlos Joaquín (sino es que la única).

Carlos Joaquín se caracterizó por ser una persona irascible y rencorosa. No se puede olvidar la forma en que amenazó a su personal con “decapitar” a aquel que hablara de más, cuando era presidente municipal de Solidaridad, luciendo un rostro desencajado.

Quizá las desavenencias entre Carlos Joaquín y Mara Lezama se fincaron en aquel noviembre de 2020, luego de que la policía disgregó a balazos una manifestación feminista a las afueras del Palacio Municipal de Cancún, con saldo de varios heridos.

La entonces presidenta municipal salió ante las cámaras a acusar al “Mando Único” de tal acto (como instancia encargada de la inseguridad en la entidad) y horas –muchas horas después- el gobernador hizo lo propio, otra vez con el rosto descompuesto, para señalar a la policía municipal como la responsable y ordenar la inmediata destitución del jefe de la corporación.

Mara asintió. Tuvo que doblegarse por cuestiones meramente jerárquicas. Pero se la guardó, y con justicia… se la guardó.

Hoy Carlos Joaquín (seguramente desde las cálidas tierras yucatecas y no desde las heladas canadienses) arremete contra Mara para atacar su estrategia de seguridad… Y claro, la pregunta que salta es:

¿Será que Joaquín González está protegiendo sus intereses y a sus aliados?

Mejor que no le buiga…

Lo más leído

skeleton





skeleton