Febrero fue un mes histórico para los precios de los alimentos, que alcanzaron un nuevo máximo. El Índice de Precios de Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) ascendió a 140.7 puntos en febrero, un alza mensual de 3.9% y de 24.1% anual. 

Con el dato más reciente, el índice superó en 3.1 puntos su máximo histórico previo al que se registró en febrero de 2011. “El aumento de febrero se debió a los grandes incrementos de los subíndices de precios de los aceites vegetales y los productos lácteos. Los precios de los cereales y la carne también se incrementaron, mientras que el subíndice de precios del azúcar cayó por tercer mes consecutivo”, explicó la FAO en su reporte mensual. 

El índice de cereales subió 3% respecto a enero, quedando en 144.8 puntos. Las principales presiones provinieron del trigo. Los mercados temían desde febrero el estallido de un conflicto entre Rusia y Ucrania, los principales proveedores de trigo en el Mar Negro. Ambos países representan cerca del 25% de la producción mundial y 30% de las exportaciones globales. 

La invasión de Rusia a Ucrania sucedió el 24 de febrero. En los días subsecuentes, los precios del trigo alcanzaron un máximo de 14 años en mercados internacionales. 

El índice de precios de aceites vegetales subió 8.5%, cerrando el mes en un nuevo máximo de 201.7 puntos. El encarecimiento se debió sobre todo a alzas en aceites de palma, soja y girasol. Este último sintió las presiones por el conflicto en el Mar Negro también, pues 80% de las exportaciones globales provienen de la región. 

Los lácteos registraron un alza de 6.4% en su índice, sumando seis meses consecutivos al alza para quedar en 141.1 puntos. Los aumentos en febrero derivaron de la creciente escasez en mercados mundiales por suministros menores a los previstos en Europa Occidental y Oceanía, además de alta demanda en Asia. 

El índice cárnico subió 1.1% mensual, quedando en 112.8 puntos. La carne de res cotizó en máximos históricos por la alta demanda de importaciones a nivel global. El cerdo también aumentó, mientras que los precios de la carne de ave bajaron ligeramente. 

El azúcar vio una baja de 1.9% en sus precios, la tercera al hilo, promediando 110.6 puntos en el índice

La guerra en Ucrania augura mayores presiones inflacionarias, amenazando las expectativas de apaciguamiento que analistas tenían para este año. Se anticipan alimentos más caros por presiones del lado de los energéticos, el fertilizante y, si el conflicto se prolonga, precios internacionales de commodities como el maíz, el trigo y los aceites.

Rusia ‘amenaza’ con dejar de exportar fertilizantes al mundo ¿está méxico en problemas?

El mundo podría quedarse sin fertilizante ruso, situación que amenazaría con presionar aún más los precios de agroquímicos y, consecuentemente, de alimentos.

El Ministerio de Industria y Comercio de Rusia informó el viernes pasado que podría suspender las exportaciones de fertilizante por completo, esto debido a lo que describió como un sabotaje por parte de compañías extranjeras de logística que está dificultando el cumplimiento de sus contratos.

“El Ministerio de Industria y Comercio de Rusia se vio orillado a recomendar a productores rusos un cese temporal a los envíos de fertilizante rusos para exportación hasta que los transportistas retomen su ritmo de trabajo y provean garantías para las exportaciones de fertilizante rusas”, de acuerdo por un comunicado distribuido por la agencia TASS.

Rusia es uno de los mayores exportadores de fertilizante a nivel global. Para México, el abono ruso -sobre todo nitrogenado- representa alrededor de 30% de sus importaciones. El segundo y tercer lugar como proveedores lo ocupan China e Indonesia, respectivamente.

Compañías de todo tipo y originarias de varios países están presionando a Rusia con sanciones unilaterales en respuesta a la incursión de sus tropas en Ucrania. La lista incluye a algunas de las principales empresas de transporte marítimo de carga como Maersk y Mediterranean Shipping.

El fertilizante es un insumo básico para la producción agrícola. Mientras más se encarece, más costosa se vuelve la producción en el campo. El golpe se pasa a lo largo de la cadena productiva y tiene el potencial para dejarse sentir en los bolsillos del consumidor.

Los fertilizantes subieron su precio casi al doble en 2021. El valor de importación de la urea y los abonos con nitrógeno, fosfato y potasio -lo que más le compra México a Rusia- aumentó 41.9% y 65.1% respectivamente, según datos del Banco de México, esto a pesar de que el volumen bajó cerca de 30%, de acuerdo con productores e importadores.

“Con la tendencia de costos al alza en enero y febrero de este año, seguirá en declive [la importación]”, advirtió Marcel Morales, experto en agroquímicos y director general de la empresa Biofábrica Siglo XXI.

A la caída en importaciones hay que sumar los aumentos en los precios del petróleo, un componente esencial en la producción de varios agroquímicos. Con el estallido del conflicto en el Mar Negro, el crudo lleva días cotizando por encima de los 100 dólares por barril.

“Sube el petróleo, suben los solventes, suben los agroquímicos [...] Sí existe esta posibilidad de que, en plena temporada (abril-mayo), sí haya una escasez o un incremento en costos”, comentó previamente en entrevista Luis Eduardo González, presidente de la Unión Mexicana de Fabricantes y Formuladores de Agroquímicos (Umffaac).