Cómo no recordar aquel proceso electoral de 2018, cuando la entonces candidata a la presidencia municipal de Benito Juárez, Mara Lezama, lo advirtió: “Las cosas van a cambiar”. Y cumplió, la zona norte del estado cierra este 2023 con un nuevo rostro, moderno y digno de un estado turístico de primer nivel.

No muchos daban crédito a aquellas palabras, o al menos no tanto como lo que hoy se está viviendo y que es una realidad en Cancún y en el estado.

Y es que en ese momento ni el más ferviente seguidor de Mara podía vislumbrar los cambios que hoy se viven en esta zona. En ese momento, las palabras sonaban a la demagogia de siempre, a la que los políticos se acostumbraron en tiempos electorales. Y hoy vemos que, por fortuna, también en ese momento la gente creyó en ella.

Decimos “por fortuna”, porque hoy aquellos que creyeron -y los que no- ven con asombro que en Quintana Roo se inauguran obras tras obras de inmenso calado que benefician a la economía local, a su población y que generan esa prosperidad compartida que tanto pregona la misma Mara, hoy gobernadora del estado.

Desde que asumió la presidencia municipal de Benito Juárez, Mara Lezama, no ha cejado ni un día en pedir apoyo, en gestionar ayudas y tocar las puertas que sean necesarias para conseguir:

Primero, la obra en la entrada más importante del principal destino turístico de México, como es el bulevar Colosio, con kilómetros y kilómetros de concreto hidráulico que garantiza la utilidad por muchos años.

Después, la entrada y salida del Aeropuerto Internacional de Cancún que permite el óptimo flujo de los millones de visitantes que llegan a la zona norte del estado vía aérea.

Privilegiar a la entidad como punto toral del proyecto emblemático de López Obrador: El Tren Maya.

Además la construcción y reciente inauguración del Aeropuerto Internacional de Tulum que genera un inmenso beneficio a zonas antes olvidadas del estado, como su zona centro, el corazón de la cultura maya.

Pronto también habrá que sacar las banderas para inaugurar el Puente sobre la Laguna Nichupté, que une a la ciudad con la zona hotelera de Cancún, una obra multicitada desde hace más de 30 años y que otros gobiernos no quisieron consolidar.

Estas son apenas unas de las principales obras gestionadas por la gobernadora ante la Federación, claro, sin dejar de mencionar a lo que será una nueva y modernizada terminal aérea de la capital del estado.

Decíamos que ni el más ferviente “marista” de aquel 2018 podía imaginarse lo que hoy vive Quintana Roo y menos que todo esto se ha logrado… ¡en tan sólo un año!

Así es. El gobierno de Mara Lezama ha inaugurado en un año más y mejores obras que los últimos cuatro gobernadores (o más) juntos durante toda su gestión y sin generar mayor deuda al estado.

Faltan todavía cuatro años de esta administración, y la gobernadora no para, sigue en la gestión para buscar más y más apoyo para un estado históricamente saqueado y que hasta hoy se le empieza a hacer justicia.

Quintana Roo es un ejemplo de transformación.