¿Conmemoración o festejo? 120 años del Territorio Federal de Quintana Roo

Esta reflexión surge al conocer el anuncio de que será realizada una serie de actividades...

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Esta reflexión surge al conocer el anuncio de que será realizada una serie de actividades para conmemorar la creación del territorio federal.

Los descendientes del pueblo maya peninsular originario no tenemos por qué conmemorar un hecho que formalizó el despojo de nuestro territorio mediante el decreto de un dictador. Hay que puntualizar varios hechos históricos ante una conmemoración que parece estar lejos de contribuir a la configuración de la identidad quintanarroense cuando la base histórica de la entidad ha sido el despojo, la explotación, la discriminación y el intento de exterminio del pueblo maya.

La invasión, despojo y colonización de la Península de Yucatán, así como la resistencia maya son hechos que no se pueden olvidar o pretender ignorar.

Así recordaré que el objetivo de la exploración, descubrimiento y conquista de la península era capturar indígenas para trasladarlos a islas del Caribe, principalmente a Cuba, pues sus habitantes originales ya habían sido, en ese entonces, casi exterminados por los invasores.

En 1517 los españoles inician el reconocimiento y conquista al descubrir la Península de Yucatán; en 1518 bautizan una isla con el nombre de Santa Cruz, hoy es Cozumel. Debido a la resistencia de los mayas dejan para después la conquista, se van a invadir y conquistar Tenochtitlan entre 1519 y 1521. Regresan con aliados indígenas a la Península de Yucatán, su primer intento en 1527 y el segundo en 1531, ambos fracasaron. En 1540 logran establecerse en Campeche, en 1542 en Mérida y en 1543 Valladolid. Logran “conquistar” Chactemal hasta 1544, hay que decir que la tropa de Gaspar, Melchor y Alonzo Pacheco cometió genocidio contra los habitantes originales de esta región.

En 1560 la Península de Yucatán quedó bajo jurisdicción de la Audiencia de México, siete años después inicia un levantamiento maya en Chactemal, uno de muchos contra los invasores. En 1761 ocurre el levantamiento de Canek en Kistel. Ha sido muy fuerte entonces la convicción de territorialidad en el pueblo maya porque siempre hemos estado en la península y en especial aquí en lo que hoy es Quintana Roo.

Esta región como el Petén Itzá fueron zonas de refugio para nuestros ancestros que escapaban del coloniaje y en donde estuvieron siempre los nunca sojuzgados, los wites y kejaches. En 1786, como parte de la colonización, la intendencia de Yucatán abarcaba Tabasco, la península, lo que conocemos como Belice y Guatemala; en 1825 se impone una división administrativa que se mantiene durante el levantamiento Maya de 1847. La península tenía entonces cinco departamentos: Mérida, Valladolid, Izamal, Campeche y Tekax, este último incluía lo que hoy es Quintana Roo, Belice y el Petén, Guatemala.

El levantamiento para frenar el despojo de territorio permitió que en 1850 los abuelos y abuelas mayas establecieran Noj Kaaj Santa Cruz Xbáalam Naj, hoy Carrillo Puerto, como capital de su territorio recuperado.

Pese a la resistencia indígena, gente como Porfirio Díaz y oligarcas preferían decir que esta porción de la península estaba “vacía” o que era tierra “baldía” aunque siempre fue habitada por nuestros ancestros. Lo que realmente sucedía era que la resistencia maya era un obstáculo, el gobierno mexicano no lograba la pacificación para proceder al saqueo de nuestros recursos naturales y tampoco la definición de fronteras con Inglaterra. Los acuerdos con los ingleses facilitaron la creación del territorio y abrió paso el exterminio de los mayas cruzo’ob luego de la ocupación militar de Santa Cruz, actual Carrillo Puerto, y Tulum en 1901.

Así el territorio maya fue convertido en territorio federal por un decreto del dictador Porfirio Díaz del 24 de noviembre de 1902 y luego repartió concesiones a sus allegados. Por cierto, que el gobierno yucateco se sintió injustamente despojado.

En su informe a la secretaría de gobernación (1903) el jefe político del territorio federal, general José María de la Vega, explica que para lograr el “progreso” en el terreno reconquistado “…se apeló al rigor extremo, llevando el exterminio por todas partes y la destrucción de todos los poblados y siembras...”. Los indígenas se diseminaron aún más por la selva. En 1913, Carranza anexó el territorio federal a Yucatán. En 1915 ordenó al general Salvador Alvarado devolver Santa Cruz a los mayas con el propósito de reducirlos en torno a su antigua capital ya que estando dispersos controlaban prácticamente el territorio. De esta manera la actividad forestal se desarrollaría con “tranquilidad” en las décadas siguientes.

En 1931 el presidente Pascual Ortiz decretó suprimir el territorio federal dividiéndolo entre Campeche y Yucatán, será restaurado por Lázaro Cárdenas en 1935 y así ocurrieron otros hechos en los siguientes 40 años. En 1974, intereses económicos y políticos, más que por justicia histórica, llevaron a la creación del estado de Quintana Roo y desde entonces los mayas serían objeto predilecto en discursos.

Este año, a partir de marzo y hasta noviembre, la Universidad de Quintana Roo y la Sociedad Andrés Quintana Roo conmemorarán, y algunos dicen que celebrarán, los 120 años de la creación del territorio federal. Integran comités municipales con algunos cronistas y personas del ámbito académico, artístico y cultural. No han difundido aún su programa de actividades. Espero que se tomen en cuenta los hechos históricos aquí narrados y no se trate otra vez de eventos que normalicen la desigualdad e injusticia actuales, así como el despojo, explotación, discriminación, exterminio y la colonización del que han sido víctimas los auténticos dueños de esta tierra: los mayas cruzo’ob.  *Cronista de Felipe Carrillo Puerto.

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