Cuando el tahúr promete juego limpio

Cuando un tahúr con mala fama en las ferias promete transparencia y juego limpio...

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Cuando un tahúr con mala fama en las ferias promete transparencia y juego limpio de ahora en adelante, vaya que cuesta mucho creerle al lobo; este es el pesado desafío que enfrenta la Comisión de Derechos Humanos en el Congreso local, encabezada por la panista Eugenia Solís Salazar. Su tarea inmediata: designar al nuevo Ombudsman porque Harley Sosa Guillén deja la silla vacante y será relevado el próximo 26 de enero.

Y con tal de asegurar la pureza física y espiritual del nuevo titular de Derechos Humanos –pretenden garantizar que no haya deseado a la mujer del prójimo y no haya tenido un solo sueño pecaminoso–, impiden el paso a quien haya sido “secretario, director general, fiscal, senador, diputado federal o local y presidente municipal hasta un año antes de la designación”. Supongo que nuestro ex alcalde capitalino Eduardo Espinosa Abuxapqui ya puede ser contemplado para el cargo.

Gran parte de la clase política queda descartada con esta combinación de acero, pero permite el acceso a los novatos que tan sólo pueden presumir una pureza que a menudo los incapacita; lo positivo: eliminaron el candado que obligaba al aspirante a tener 35 años cumplidos, ya que en esa lógica quien tiene 34 años es un tipo inmaduro, nada confiable.

La diputada Eugenia Solís promete un procedimiento “abierto y transparente” al aprobarse la convocatoria para la captura de esa chamba de lujo. Obviamente la ciudadanización se presenta de nuevo como una engañosa garantía de excelencia, ya que una trayectoria en el servicio público no debe ser necesariamente un sello de perversidad o fuente automática de desconfianza.

Otro requisito exigido por los diputados: contar con una cédula con antigüedad de cinco años y experiencia en derechos humanos, la cual no poseen los integrantes de la rigurosa Comisión.

Con ganas de creerle a la panista Eugenia Solís, estaríamos presenciando el primer proceso limpio en toda la historia de nuestro Poder Legislativo. El resultado: un Ombudsman con atributos del Dalai Lama y la Madre Teresa de Calcuta, genes de Mahatma Gandhi y valentía de Belisario Domínguez.

El tahúr jugará limpio en esta ocasión y Doña Eugenia Solís pasará a la historia por coordinar a un equipo que tomará la decisión más conveniente para la Patria. A esperar el inmaculado proceso sin pecado concebido.

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