¿De qué sirve?

“Amigos míos, Dios me es necesario, porque es el único ser que puede amar eternamente” Fëdor Mikhailovich Dostoyevski.

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La espiritualidad postmoderna para muchos estudiosos de este fenómeno le llaman una religiosidad de supermercado. Es decir una religiosidad sincrética en la que funciona algo tan actual como “hágalo usted mismo”.

Cada persona va al supermercado e introduce dentro del carrito solamente la verdura, fruta, carnes, latería y cualquier cosa que vea que piense que le va a ser de utilidad, que le guste; es obvio pensar, que si no me gusta el jitomate, nunca lo voy a poner dentro del carrito, solamente aquello que me guste, me llame la atención y lo vaya a utilizar, es lo que voy a comprar.

Lo mismo está sucediendo con la religión, cada ser humano se fabrica su propia religión, a su medida personal, rechazando aquello que le disguste, que no le llame la atención, lo que requiera esfuerzo o sacrificios, abrazando solo aquello que sea placentero y consolador de cada religión.

Esta es una religiosidad basada en lo emocional, nos encontramos que el común denominador es el rechazo a la autoridad, magisterio y tradición. Sin embargo, los nuevos gurús pueden pedir cosas estrafalarias y todas son bienvenidas.

Los nuevos movimientos religiosos hacen todo lo posible por halagar al “cliente” con promesas de felicidad rápida, quieren invitar a un retorno a lo sagrado; curiosamente hablan de una gran lista de derechos como hijos de Dios; pero nunca mencionan del deber que se tiene para con el Altísimo, para con el Dios Creador, no sea que se asusten y se alejen los nuevos creyentes.

Además, como en el supermercado todo es cambiante, hoy introducimos al carrito unos alimentos y otro día introducimos los más diversos a la vez anterior. Este tipo de religión experimenta rarezas como la muerte de Dios, un fundamentalismo textual e intolerante a quienes piensen diferente.

Alejados del sentido real de la religión, que su definición nos dice “es un sistema de creencias, costumbres y símbolos establecidos en torno a la divinidad o de lo sagrado”. Podemos continuar diciendo que las religiones son doctrinas constituidas por un conjunto de principios, creencias y prácticas sobre cuestiones de tipo existencial, moral y espiritual.

La raíz etimológica del vocablo religión proviene del latín: religĭoreligiōnis, que a su vez procede del verbo religāre. Este se forma del prefijo re, que indica repetición, y del vocablo ligare, que significa 'ligar o amarrar'.

Así, la religión es la doctrina que liga fuertemente al ser humano con Dios o los dioses. La religión puede entenderse, de este modo, como la acción y efecto de volver a ligar a Dios y a los seres humanos.

En esta religión de supermercado muchas veces se queda en el morbo de la historia de las religiones tradicionales, en sus leyendas negras, en el aspecto oscuro nos dice el historiador Manuel Alejandro, doctor en Historia Medieval. Sin ir realmente a la veracidad y luminosidad que estas tienen.

Lamentablemente en la religión a la carta o de supermercado no existe esta religación hacia Dios; dependiendo como viva la religión o pseudo religión, de esa manera será el sentido de mi vida.

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