Ecología humana
"Cualquier país que acepte el aborto, no está enseñando a su pueblo a amar, sino a usar la violencia...
"Cualquier país que acepte el aborto, no está enseñando a su pueblo a amar, sino a usar la violencia para obtener lo que quieran", Santa Madre Teresa de Calcuta.
En la actualidad, hay quienes defienden que el hombre es un producto más de un proceso evolutivo general gobernado por la selección natural al azar de cambios genéticos en los individuos, por lo que consecuentemente el ser humano sería "algo" sustancialmente igual a los restantes "algos" creados. Sin embargo, nos dice el doctor Justo Aznar: "el ser humano es mucho más que un “algo”, es un alguien, en la cumbre indudable de ese proceso evolutivo. Por ello, por ser la persona la expresión última de la evolución y por ser subsidiario de la más elevada dignidad, se le debe tratar con el respeto que su especial condición merece".
Hay campañas para concientizar sobre el cuidado de los animales, de las mascotas; aquí en Cancún hay temporadas que debemos estar muy atentos al paso de los cangrejos, se realizan campañas de concientización, para no ser atropellados, para que las personas las ayuden a cruzar y lleguen con bien a su destino. Se cuida el desove de las tortugas, se protegen sus huevos, su nacimiento y todo su proceso de crecimiento, hasta que regresan al mar. Cuidar nuestro ecosistema es un gran compromiso, porque es nuestro hábitat y su cuidado es nuestra responsabilidad.
En estos tiempos de confinamiento, nos llegan videos hermosos de los animales dentro de las ciudades, o delfines y ballenas que se acercan a zonas que tenían años de no estar; todos quedamos extasiados y disfrutamos enormemente verlos.
Se hacen acciones para cuidar a los bebés ballena, a las tortugas, a todas las mascotas, para mantener limpias las playas, separar la basura. Todas son necesarias para nuestro buen desarrollo, para vivir. Además, es necesario crear conciencia de cuidar nuestro ecosistema.
Por eso reiteramos, que la naturaleza requiere de un cuidado muy especial, pero su máxima expresión debería ser el respeto ecológico al ser humano. Cuando se vulnera el respeto hacia la persona, es la vulneración absoluta del ecologismo, nos dice el doctor Aznar.
El Instituto Belisario Domínguez, del Senado de la República, publicó el estudio Panorama actual sobre el aborto en México, en el que destaca que anualmente se realizan en el país un millón 26 mil abortos, y que alrededor de 54 por ciento del total de embarazos no planeados se resuelve mediante un aborto inducido. En otras palabras, son niñas, niños asesinados, en el vientre materno. Dejando grandes vacíos tanto físicos como emocionales tanto en las madres como en los padres de estos bebés, que se les impidió nacer.
Cuidar la vida en el vientre materno es una prioridad. Sabemos que desde el instante de la concepción existe un ser humano con material genético propio distinto de la madre, y que tiene derecho a la vida, aunque no se valga por sí mismo todavía. Depende de la madre decidir hacer un crimen y detener un corazón que late o dar vida a su propio hijo.
Sin duda que el respeto a la vida de las ballenas, el cuidado de las mascotas, al cuidado de las tortugas y de los cangrejos y de cualquier otra especie animal es encomiable al igual que es la conservación del medioambiente y especialmente todo aquello que afecta al cambio climático. Y en consonancia hay que evitar en sentido lato, cualquier acción que pueda dañar a la naturaleza; pero el respeto supremo se le debe al ser humano.
Cuando se ataca al ser humano, como son las leyes, que interfieren con su desarrollo, leyes, en que se permite matar al propio hijo, estamos autodestruyendo nuestra propia Patria, nuestra propia naturaleza, nuestro futuro. Los ataques al ser humano deben ser considerados como la más grave falta ecológica. Y los que defienden la vida como los más cualificados ecologistas, a los que se podría denominar ecologistas humanos.